La oposición aprovechó la sesión extraordinaria de ayer en Diputados convocada a instancias del Ejecutivo para debatir reformas en el régimen de ART para criticar al Gobierno por el acuerdo entre el Estado y la empresa Correo Argentino S.A. e intentó aprobar una iniciativa para que Mauricio Macri y los funcionarios involucrados vayan a rendir cuentas al Congreso. Con ese objetivo, los opositores impulsaron un pedido de interpelación de Macri; del jefe de gabinete, Marcos Peña; y del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad; que pese a tener el apoyo de la mayoría no pudo ser aprobado porque Cambiemos trabó su debate. El presidente del bloque kirchnerista, Héctor Recalde, advirtió que “el Congreso tiene la obligación de hacer algo, pero con la mayoría que generan el oficialismo y sus aliados es difícil” y le apuntó particularmente a quienes acompañan las posiciones oficialistas: “Ya llegará el día en que se den cuenta de que tienen que ejercer una oposición en serio porque se están robando el país.”
La sesión extraordinaria de ayer comenzó con una catarata de cuestiones de privilegio –más de 30– presentadas por diputadas y diputados de diferentes espacios. Varias de ellas se refirieron al escandaloso acuerdo mediante el cual el Gobierno aceptó condonarle al Grupo Macri el 98,87 por ciento de la deuda que mantienen con el Estado por la gestión del Correo Argentino a fines de la década de los 90. Algunos diputados sentaron postura con carteles que colgaron en sus bancas con leyeron leyendas como “Choreo Argentino” y “Mauricio es Macri”. Recalde se sentó y colocó sobre su escritorio un pequeño buzón rojo que le regalaron los trabajadores del Correo cuando los defendió al momento de la privatización. “Llevé el buzón como un símbolo. A mí los trabajadores me lo regalaron, pero Macri ahora nos quiere vender un buzón a todos los argentinos, nos quiere engañar”, explicó el gesto el diputado en diálogo con PáginaI12. Y añadió: “Ofenden la inteligencia del pueblo cuando quieren sostener que uno puede comprar hoy con un peso lo mismo que compraba en 2001”.
La primera cuestión de privilegio la plantó la diputada Soledad Sosa, del FIT, que presentó un proyecto de ley de interpelación de Macri, Peña y Aguad. “Queremos denunciarlo”, dijo Sosa en relación al acuerdo por el Correo, al que comparó con hechos que involucraron a ex funcionarios kirchneristas: “Desde las bolsas de López a la condonación presidencial, hay un régimen político que se sirve de utilizar a las finanzas del Estado para el enriquecimiento personal.”
Por no estar incluida en el orden del día, para habilitar su tratamiento se requería el apoyo de dos tercios de los presentes. A favor de someter la iniciativa a debate se pronunciaron 103 diputados. Resultaron insuficientes ante los 79 votos en contra que reunieron el oficialismo y sus aliados.
Juan carlos Giordano, también del FIT, recordó el proyecto que presentó el martes, que busca embargar y rematar los bienes del Grupo Macri para pagar la deuda que tienen por el Correo.
Recalde apuntó que insistirán con la interpelación cuando se inaugure el período de sesiones ordinarias del Congreso y criticó la invitación que la Comisión de Comunicaciones de la Cámara realizó ayer a Aguad y otros funcionarios. “Es una invitación amigable, que no sirve. Se debe hacer una interpelación en el recinto con las bandejas de público habilitadas para que el pueblo vea las discusiones y participe, con cordialidad y sin violencia, pero que escuche las explicaciones del Gobierno. Queremos que a la luz de todos nos digan por qué intentaron hacer esto, aunque sabemos que no tienen nada que explicar. Es de conocimiento de todos que la familia Macri estuvo de los dos lados del mostrador”, declaró el diputado.
Por su parte, su compañera de bloque Diana Conti cuestionó al gobierno de Macri por “impedir al Congreso el control constitucional”. El diputado del mismo bloque Rodolfo Tailhade describió la negociación por el Correo como “una secuencia delictiva que terminó en un acuerdo espúreo” y criticó a los legisladores de otros bloques que “en su desfile por los medios de comunicación para explicar lo inexplicable, hicieron lo mismo que el Gobierno: echarle la culpa a gobiernos anteriores”. En esa línea, denunció que los camaristas de la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial “hace seis años que están sentados en ese expediente, esperando que pase lo que pasó”.
Al igual que Recalde, el neuquino Darío Martínez, que denunció a Macri por los Panamá Papers, comparó el acuerdo por el Correo Argentino con “un buzón”: “Está claro que los argentinos en las elecciones han comprado un buzón. Es el momento de ponerle freno a este Presidente.”
En su cuestión de privilegio, la diputada del bloque Peronismo para la Victoria Araceli Ferreyra ironizó con un pedido a Macri para que saque un DNU que declare “la nulidad del Chorreo Argentino” y criticó fuertemente a Aguad.
Desde el Frente Renovador, Felipe Solá consideró que el acuerdo es “vergonzoso” y, en alusión a Macri, sostuvo que “los bien educados creen que pueden hacer cosas que los maleducados no pueden”, tras hacer referencia a los cuestionamientos que hizo la fiscal Gabriela Boquín, se preguntó cómo los diputados radicales “no pidieron todavía la renuncia del ministro Aguad” por la falta de explicaciones y respuestas satisfactorias. Su colega de bloque Marcela Passo consideró “cuanto menos preocupante” el tema. “Un acuerdo donde el Estado acepta una deuda con condiciones que son irrisorias”, se quejó.
Como Sosa, el diputado Jorge Taboada comparó el acuerdo por el Correo con las acusaciones de corrupción a funcionarios del gobierno anterior.
La cuestión de privilegio que planteó el diputado Julio Raffo fue contra el ministro de Comunicaciones, por haberse referido por la mañana a la Comisión de Comunicaciones que lo citó como “pseudocomisión”, o como “la comisión de Brügge”, en referencia al diputado cordobés que la preside. “Creo que también nos ha faltado a todos los argentinos la consideración y el respeto con esas explicaciones que da”, se quejó Raffo.