Desde Santa Fe
Juan Calixto Perizzotti fue el genocida más sentenciado en Santa Fe. El jueves, murió a los 82 años, cuando cumplía una condena unificada a prisión perpetua, pero en su casa. Lo juzgaron y condenaron en cinco juicios en diez años, desde 2009 hasta ahora. El sexto está en trámite, pero no llegó al banquillo porque zafó en la primera audiencia por que lo habían internado.
En 1977, era el jefe del mayor centro clandestino de detención del Ejército que operó en la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), por el que pasaron centenares de militantes políticos, algunos de ellos adolescentes y otros niños. Su cargo era coordinador del Area 212, que estaba al mando del jefe militar de la represión, el coronel Juan Orlando Rolón. Fue el que le dijo a Silvia Suppo que había que "reparar el error" cuando se enteró que ella estaba embarazada tras sufrir el martirio y tres violaciones en otro chupadero al que llamaban "La Casita": ordenó el "aborto forzoso" y en 2018, se convirtió en el primer represor de la Argentina condenado por ese delito. Silvia tenía 17 años.
En 2016, en la megacausa, el Tribunal Oral de Santa Fe lo condenó a prisión perpetua por 16 homicidios, diez de ellos agravados y la "sustracción, retención y ocultamiento de un menor de diez años de edad", entre otros cargos. La niña era María Carolina Guallane, quien sobrevivió al terrorismo de estado cuando tenía 13 meses y recién recuperó su identidad 21 años después, en 1998. Dos de esos crímenes fueron el asesinato de Blanca Zapata, la mamá biológica de Paula y el secuestro de Enrique Cortassa, su papá, desaparecido desde 1977.