“Volví a la radio porque para mí es parte de la militancia. De esa militancia que realmente todos, de una u otra manera, necesitamos hacer. Militancia es compromiso, compañerismo, ocuparse del otro… de tantas maneras podés ejercer la militancia”, dice Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, apenas se sienta sobre el mullido sillón violeta que ordena la sala de estar de la radio.
Cumplió 89 años hace poco más de una semana y apenas salga al aire se va a enterar de que por eso se convirtió en trending topic de Twitter. Ahora asegura que “frente a este gobierno, lo que nos queda es seguir tomando las calles y diciendo lo que hay que decir”. En menos de una hora empezará a grabar en vivo la tercera emisión de ¿Qué me contás?, el programa que sale los viernes a las 17 por El Destape y que ella conduce junto a Charly Pisoni, militante y referente de la agrupación HIJOS.
“Estamos teniendo un éxito bárbaro”, revela Taty. “Se trata de una cosa muy de entrecasa. Nos sentamos tranquilos y hablamos con cada invitado de cosas muy personales. Es algo muy ameno, muy familiar, y la radio tiene esa vida, esa magia. Les hacemos elegir tres canciones y no te imaginás las cosas que salen”.
En sus primeros dos programas tuvieron en el piso al arquero de los Tigres de México y ex arquero de la Selección Argentina de Fútbol, Nahuel “Patón” Guzmán, y al abogado y político Eduardo Valdés. Esta tarde recibirán a la cantante de tango Adriana “la Gata” Varela. “Con Taty hablamos un poco de actualidad y también anunciamos actividades, pero fundamentalmente el programa se centra en el entrevistado. Apuntamos a que vengan personas que tengan un compromiso social”, explica Pisoni apenas llega y se suma a la entrevista. “Pero no vienen para discutir de temas coyunturales o partidarios, sino para hablar de su historia, para que puedan contar algunos momentos muy íntimos. Ese efecto se produce porque no están charlando con cualquier periodista. Están hablando con Taty, que tiene la capacidad para preguntar cosas que otros no preguntan”. Enseguida ella lo completa y da su propia explicación: “Yo soy muy espontánea. Muchas veces meto la pata, pero en la radio eso me jugó a favor. Y ahora más: todo está permitido para una madre de ochenta y nueve años”.
Sobre las pequeñas mesas de estilo escandinavo que están acomodadas frente a Taty, hay hojas abrochadas con las preguntas para esta tarde. En medio de la entrevista ella se salteará algunas y hará aparecer una revelación inesperada de la Gata Varela contando un recuerdo de su propia infancia (“Es así, te saca alguna que otra pregunta del medio y sin que te des cuenta la manda al ángulo ella sola”, dirá uno de sus productores en ese momento). “Yo primero leo las preguntas y después les doy mi toque, de qué manera las presento. Eso es lo lindo, como si estuviéramos en nuestra casa charlando. El programa se llama ¿Qué me contás? porque eso es lo que buscamos, que nos cuenten”, explica Taty y empieza a reírse antes de su próximo pedido. “Vení, hablame más fuerte que estoy medio Beethoven de esta oreja”. En ese gesto deja aún más expuesto el vínculo natural que tiene con la radio. Apenas con un chiste o una apreciación transparente sobre lo que se está hablando, derriba cualquier barrera emocional que hayan levantado sus entrevistados.
“Ella tiene una experiencia de conductora de radio impresionante, de manejar los tiempos, las preguntas, los silencios”, la describe Pisoni. Y Taty, que trabajó en Radio Nacional durante cinco años hasta la llegada del actual gobierno, vuelve a completar su mirada. “Mirá, de ahí me sacaron por razones obvias… más bonito no puedo decirlo. Yo me sigo adaptando a los tiempos nuevos, a mandar WhatsApp por ejemplo. Ahora, a raíz de ese nuevo idioma inclusivo, de 'todes' y de 'les' y cuántas cosas raras, no la voy con eso, ¿qué querés? Ojo, no me opongo. Pero bastante hemos tenido que aprender nosotras, las que tenemos mucha juventud acumulada”.
Apenas entra al estudio de grabación, Taty se vuelve hacia la cabina y les dice a sus productores: “Miren que todavía no me pasaron mi tema”. En su voz, que se vuelve acogedora y dulce a medida que avanzan las frases, ese regaño parece más bien una caricia. Se saca los aritos cuadrados y relucientes que lleva puestos y se calza unos potentes auriculares negros con vincha. “Yo pedí que pongan 'Cómo han pasado los años', y todavía no la escuchamos”. Mientras repasan los temas sobre los que van a charlar junto a La Gata Varela, Taty ejemplifica el espíritu de su programa.
“El programa se trata de contar algo que no se haya contado, así que voy a contar algo mío que nunca conté. Cuando empecé a trabajar como maestra y tuve que dar mi primera clase, en esa época el sistema era de deducción. Tenía una lámina con un dibujo y la frase que tenían que entender los chicos era 'Mamá prepara la comida en la cocina'. Todo iba bien pero había un chiquito –que después tuvo que ir a un colegio especial–, que siempre levantaba la mano y decía: 'Mi papito me compró... '. Hasta que en un momento le dije 'Muy bien, es así, tú lo has dicho'. La maestra que me observaba me dijo 'usted se ha sacado un diez. Los maestros tienen que tener recursos propios, y usted los tiene'. Esa es la manera de llegar a los chicos. Y así hago también acá en la radio, con recursos propios", cuenta Taty antes de contestar una última pregunta y meterse en el aire de la radio.
-Si bien se enfocan en sus entrevistados, también abren el espacio para debates de actualidad. ¿Cómo ven hoy la situación política en torno a los derechos humanos?
Charly Pisoni: -Es evidente que hay un retroceso en materia de derechos humanos en estos últimos tres años. No solamente en torno a "memoria, verdad y justicia", que son nuestras banderas históricas. Sino en torno a la salud, la desigualdad de género, la educación. En todas las áreas hay una pérdida de derechos adquiridos. Eso nos va cambiando en los mecanismos de lucha. Hemos tenido que recurrir nuevamente, como lo hicieron las Madres y las Abuelas en la dictadura, a organismos internacionales. Ir a la ONU [Organización de Naciones Unidas], a la CIDH [Comisión Interamericana de Derechos Humanos], para tener que denunciar lo que está sucediendo en la Argentina, porque se agotan las instancias en el país. Tenemos una Corte Suprema de Justicia y un gobierno que apoyaron el “2x1”, que apoyan dejar en libertad a los genocidas. No queda otro camino que salir de eso por arriba.
Tati Almeyda: -A Macri lo que le debemos es que nos hayamos juntado como nunca. La resistencia es cada vez mayor, lo vemos en las marchas. La del 24 de marzo del año pasado fue la más grande de todas. El pueblo está en la calle gritando "Basta Macri". Eso no es partidismo, es una realidad histórica. Tememos que decirlo todo el tiempo que sea necesario, con firmeza, pero sin ofender, ¿eh? Porque no está en nosotros, como dicen los jóvenes, “putear” al que no piensa igual. Mirá, nosotros tenemos nuestro corazoncito puesto, pero no le vamos a decir a nadie a quién votar porque no estamos dentro de una campaña política. Pero por quién no hay que votar, ¡eso sí lo vamos a decir! Hay que seguir poniendo el cuerpo… lo decimos nosotras viejo, las locas, que a pesar de los bastones seguimos en pie, y que vamos a seguir de pie mientras el cuerpo nos aguante.