La autoestima política de Miguel Lifschitz está bien arriba, a pesar de la derrota del Frente Progresista en la provincia que puso fin a 12 años de estadía en la Casa Gris. Tal vez ni se le pasa por la cabeza la imagen del próximo 10 de diciembre poniéndole la banda al peronista Omar Perotti y no a uno de los suyos como ocurriera en su momento con Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Es que el gobernador siente ajena la derrota, seguramente porque se impuso en la elección de diputados provinciales pero con sólo uno de cada tres votos de la ciudadanía, casi 10 puntos menos que los cosechados por Perotti para transformarse en su sucesor, pero suficientes como para asegurar el ingreso de los 27 diputados que lo acompañarán en la Legislatura, lista que armó de puño y letra. Desde ese lugar, y sin mucho tiempo para "elaborar un duelo" -vale la pena recordar el tweet del 18 de junio, apenas dos días después del comicio- convocó primero a sus futuros colegas la semana pasada y el jueves a la noche a los intendentes electos del FP. Sólo hubo un cambio de fecha -anunciado en este mismo espacio la semana pasada-- so-pena de no contar con la presencia de la figura principal de la elección por parte del frente, Pablo Javkin, quien finalmente asistió al encuentro reprogramado, junto a otros 25 (de los 29) jefes comunales electos hace poco más de tres semanas. Aunque ninguno lo dijo, las preocupaciones de los Intendentes son bien diferentes de las de Lifschitz y amablemente alguno de ellos se lo hizo saber.  La futura relación con un gobernador de signo político opuesto es tal vez la mayor de todas, conociendo además que como se dijo en la reunión "más del 70% de la población vive en municipios gobernados por el FP".  Ese fue el punto que intentó potenciar Lifchtiz que pretende erigirse en una suerte de líder y referente de su rol del presidente de la Cámara de Diputados a partir de diciembre. Sucede que esa expresión de deseos deberá sortear -entre otras cosas- las elecciones primarias del 11 de agosto en lo inmediato, y ya en la primavera los comicios generales. Hasta el momento, la "estrategia y el armado nacional"  ha estado en manos del gobernador y el cierre de listas también es de su autoría, tanto que Enrique Estevez y Carolina Piedrabuena, uno y dos de la nómina, estuvieron en el encuentro. Pero el resultado de los comicios en los que el socialismo respalda la fórmula Roberto Lavagna-Juan Urtubey será una primera prueba pero no la única para las aspiraciones de liderazgo de Lifschitz. A mayor distancia asoman los comicios del 2021 donde Santa Fe deberá renovar sus tres representantes en el Senado de la Nacion y la mitad de los diputados nacionales. Para entonces habrán transcurrido dos años de los mismos personajes pero en difertentes roles. Lifchitz ya no será el gobernador, y los Intendentes ya habrán elaborado un vínculo -como pueda cada uno- con el nuevo ocupante de la Casa Gris. Nadie se atreve a pronosticar si una convocatoria del mismo tono que la comentada tendrá semejante asistencia y aparente alineamiento. Como dijo uno de los contertulios --entre soprendido y preocupado- "Miguel todavía no se fue, y está pensando en volver".

En otro plano, tanto en los municipios con Intendentes reelectos como en aquellos en los que habrá cambio de administradores, la atención está puesta en la transición no sólo propia sino a nivel provincial. En ese sentido, las ultimas reuniones entre los emisarios del Gobernador electo y el jefe de gabinete Pablo Farias han llevado tranquilidad. Más allá de las declaraciones oficiales de una "provincia ordenada y con obras" la revisión que hará la Auditoria General de la Nación otorga un margen mayor de certidumbre a los números de Santa Fe. Del mismo modo que el compromiso de comunicar posibles determinaciones de aquí al final del mandato o algunos movimientos en los diferentes ministerios, especialmente en Seguridad. Si bien corresponde que sea Lifschitz el que tome las decisiones hasta el 10 de diciembre, la lógica indica que el presupuesto 2020 que se tratará con esta legislatura -por citar un tema emblemático- debería tener el visto bueno del futuro gobernador. 

"Hoy iniciamos el camino hacia el 2023 con más fuerza y experiencia que antes" twitteo Lifschitz 48 horas después de la derrota del Frente Progresista. Habrá que darle tiempo al tiempo y ver quiénes serán los que lo acompañen en ese recorrido.