El presidente Donald Trump es un xenófobo que combate la inmigración a los Estados Unidos con la máxima dureza, pero el empresario Donald Trump no tiene mayores problemas con que sus empleados no tengan papeles. De hecho, participa en la tan difundida tendencia entre empresarios de todo tamaño de su país de contratar ilegales para pagarles menos y ahorrarse cargas sociales. Desde hace meses se conoce esta contradicción, cuando los medios norteamericanos descubrieron cantidades de ilegales empleados en varios de sus emprendimientos inmobiliarios y hoteleros. Trump nunca se dignó aclarar la contradicción.

Pero este viernes, al pie del avión y en otra de sus conferencias de prensa sin guión, el presidente no tuvo más remedio que contestarle esa pregunta al diario The New York Times. El diario había descubierto que pese a los arrestos, deportaciones y amenazas, todavía había ilegales trabajando en sus campos de golf y otras empresas. ¿Por qué? preguntó el diario. "No sé", contestó el presidente. "Yo no administro esas empresas"

Pero hasta el pintoresco presidente se sintió obligado a justificar un poco a firmas que, a fin de cuentas, llevan su nombre. "Lo que puedo decir", especuló, "es que me parece a mí, creo entender, que probablmente no haya un club en los Estados Unidos que no tenga gente que hace negocios así". La torturada sintaxis dejó en claro, sin embargo, que Trump justificaba a los empresarios, si no lo hacía con los inmigrantes.

En diciembre, el Times había descubierto que había varios inmigrantes sin documentos en el Club Nacional de Golf Trump en Bedminster, Nueva Jersey. Y también que su firma paraguas, la Organización Trump, tenía indocumentados en hoteles y resorts en Filadelfia, el condado de Westchester en Nueva York y en Jupiter, Florida. Después de estas notas, la Organización Trump comunicó que había despedido a docenas de empleados sin documentos y que iba a usar el sistema E-Verify.

Este sistema es una base de datos para empleadores que se conecta con la Administración Nacional del Seguro Social y con el departamento de Seguridad Nacional, más conocido como Homeland Security. La base permite asegurarse de que los candidatos tengan el mandatorio número de seguridad social, que no tengan números falsos y que no estén en ninguna lista de seguridad.

Pero pese a que Trump basa su campaña y su gobierno en el proteccionismo, y que entre sus slogans más populares figuran Compre Nacional y Contrate Americanos, resulta que no lo practica en sus negocios privados. El sitio investigativo Vox descubrió que de 144 contratados recientemente por la Organización Trump, apenas uno es norteamericano. El resto son extranjeros que pueden tomar empleos estacionales con la visa H-2B, y que salen bastante más baratos que los nacidos y criados.

Estos contratados hasta trabajan en el resort de Mar-a-Lago en Florida, que Trump usa como una segunda Casa Blanca para jugar al golf y recibir a dignatarios extranjeros.