Más de 4000 militares, gendarmes, prefectos y policías marcharán el martes por avenida Libertador ante el presidente Mauricio Macri en la celebración oficial del Día de la Independencia. El desfile que Cambiemos reinstaló con bombos y platillos en 2016 y que se suspendió el año pasado por “razones presupuestarias”, en medio del malestar de los uniformados por el magro aumento salarial, volverá a las calles porteñas en el año electoral con la intención de disimular la crisis económica.

En plena campaña para las primarias del 11 de agosto, el presidente viajará temprano a Tucumán, donde tiene previsto participar junto al gobernador Juan Manzur en la Casa Histórica del homenaje a los congresales de 1816. En pleno viaje de vuelta se realizará sin su presencia el tedeum en la Catedral, que estará a cargo del arzobispo porteño Mario Poli. Al mediodía, como jefe de las Fuerzas Armadas, encabezará junto al ministro de Defensa, Oscar Aguad, el desfile de uniformados que se realizará por Libertador, entre Pueyrredón y Dorrego, zona que estará vedada al tránsito desde las ocho de la mañana. Según la información oficial, serán 4250 los miembros de fuerzas armadas y de seguridad que caminarán por Palermo acompañados por un amplio despliegue de tanques y vehículos blindados y 16 aviones de la Fuerza Aérea.

En el bicentenario de la declaración de la independencia, a siete meses de asumir, el gobierno organizó en julio de 2016 un desfile de más de 6000 uniformados, con bandas musicales de otros diez países. Ese año, sin ningún presidente sudamericano presente y ante el rey Juan Carlos en representación de la monarquía española con la que rompieron los congresales en 1816, Macri encabezó la celebración en Tucumán, donde protagonizó su célebre reflexión sobre el dolor de independizarse. “Deberían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España”, imaginó. Horas después asistió al final de desfile en Buenos Aires, del que participó el ex carapintada Aldo Rico como veterano de guerra de Malvinas, y recibió aplausos en el Campo de Polo.

En 2017 el presidente estuvo en Alemania, donde se desarrollaba la cumbre del G20, y participó de una breve ceremonia en la fragata Libertad. Ese año, la vicepresidenta Gabriela Michetti lo reemplazó en los actos en Tucumán, donde fue repudiada al grito de “ladrona” y “vendepatria” mientras salía de la catedral.

El 9 de julio del año pasado, un mes después de anunciar el retorno del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno prefirió evitar el desfile en Palermo, cuyo costo el diario La Nación estimó en 10 millones de pesos. Ese día, en el centro porteño y con la consigna “La patria no se rinde”, se movilizaron decenas de miles de personas convocadas por organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos. “Rompamos las cadenas que nos impone el acuerdo alcanzado por el gobierno de Macri con el FMI”, plantearon desde el escenario. Antes de entonar el himno argentino se cantó con ganas el viejo hit del verano. Macri estaba a más de mil kilómetros, en los actos oficiales en Tucumán, donde suspendió el desfile militar y caracterizó la situación económica como “una tormenta, fruto de muchas circunstancias, entre ellas temas de nuestra propia gestión”.

A un mes de las PASO, los vecinos del norte porteño podrán volver a escuchar desde las 11 de la mañana las bandas de las tres fuerzas armadas, la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, y presenciarán el desfile del que participarán uniformados de todos los colores junto a veteranos de Malvinas y miembros de delegaciones extranjeras. El espectáculo incluirá sobre la avenida Libertador vuelos de aviones Fokker F-28, Hércules C130, Gates Learjet LJ-35ª, tres cazabombardero A-4AR Fightinghawk, tres IA-63 Pampa, cuatro aviones de entrenamiento T-6C Texan II y tres helicópteros Bell 212, todos al mando de pilotos de la Fuerza Aérea. En tierra desfilarán vehículos militares: habrá cuatro Hummer, otras tantas Polaris, dos Gaucho y dos CSK-131, los blindados chinos que participaron del operativo de la cumbre del G20.