Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió el sur de California menos de 48 horas después de que otro sismo de menor magnitud golpeara la misma área. Las autoridades no reportan hasta ahora fallecidos, aunque la prensa local daba cuenta de heridos y de casas incendiadas por fugas de gas. Fue cinco veces más potente que el sismo del jueves, también ubicado cerca de Ridgecrest. El temblor se reportó a las 20.19 del viernes (después de la medianoche de Argentina), según el Servicio Geológico de Estados Unidos, a 17 kilómetros de la pequeña ciudad de Ridgecrest, 240 km al noreste de Los Ángeles, donde también se sintió el movimiento.
En esa misma región se registró en la mañana del jueves un sismo de magnitud 6,4, hasta ese momento el más fuerte en dos décadas, y más de un centenar de temblores sacudieron esta área en los últimos diez días.
Impresionantes imágenes como piscinas que se mueven como si fueran mares bravos o el susto que se llevaron en directo unos presentadores de televisión cuando todo se puso a temblar fueron algunas de las imágenes que dejó el último movimiento telúrico.
La sismóloga Lucy Jones explicó en su cuenta de Twitter que ambos terremotos ocurrieron en la misma falla y “son parte de la misma secuencia”. Ambos terremotos son los de mayor magnitud registrados en los últimos 20 años en el sur de California desde el de sismo de 7,1 en 1999 conocido como Hector Mine.
Tanto el de 1999 como los actuales se registraron en zonas rurales de California con poca población, a diferencia del de Northridge, ocurrido en 1994 en Los Ángeles, de magnitud 6,4 en el que murieron 57 personas y 8.700 resultaron heridas.
Hubo fugas de gas que causaron incendios en la infraestructura de Ridgecrest, los residentes informaron sobre interrupciones del suministro de agua, y la electricidad y las comunicaciones se interrumpieron en algunas áreas, dijo Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Manejo de Emergencias del Gobierno de California. Se reportaron varios lesionados.
Se declaró el estado de emergencia en Ridgecrest y en el condado de San Bernardino y los sismólogos esperan más réplicas.Aunque esos sismos ocurrieron a lo largo de una falla cerca de Ridgecrest, California, les recordaron a los geólogos el peligro inminente de otro gran terremoto a lo largo de la imponente falla de San Andrés, más al oeste, lo que podría causar un daño significativamente mayor.