La lectura en voz alta, escuchar que otros cuentan una historia, neutraliza el peligro de la extrema soledad y el aislamiento. Desde que se lanzó en 2016, la plataforma Audiocuentos de la Nueva Narrativa es un fenómeno que se expande con 75 cuentos que pueden ser leídos, escuchados y mirados gratis en audiocuento.com.ar y desde la app, disponible para Android vía Google Play. En la tercera edición se incorporaron textos de Carlos Chernov, Patricia Suárez, Elvira Navarro, Mercedes Cebrián (foto) y Pablo Giordano, para mencionar apenas un par de nombres, con lecturas a cargo de Reynaldo Sietecase, Juan Di Natale, Dalia Gutman, Nicolás Artusi y Maru Drozd, entre otros, más las ilustraciones de Miguel Rep, Kalil Llamazares, Horacio Petre, Alina Najlis y Juli Farfala. Todo esto se suma a los cuentos de Samanta Schweblin, Ariana Harwicz, Claudia Piñeiro, Marcelo Figueras, Jorge Consiglio, Inés Garland, Gabriela Cabezón Cámara, Hernán Ronsino, Esther Cross, Andrés Neuman y Diego Golombek, entre muchos otros.
La página web de Audiocuentos de la Nueva Narrativa Argentina, una iniciativa de UnaBrecha y el Grupo Heterónimos financiada por Mecenazgo Cultural, que cuenta con el apoyo de la radio cultural La Desterrada, tuvo más de 1.500.000 visitas. Quizás el dato más significativo es que el 35 por ciento de los usuarios es menor de 24 años. El 80,6 por ciento de las visitas fueron de diferentes puntos de Argentina (CABA y las 23 provincias), seguido por México, España, Estados Unidos, Colombia, Chile, Perú, Italia, Uruguay y Brasil. En total, hubo accesos desde 129 países. La app va por las 10.000 descargas, con una puntuación de 4,6 sobre 5 por parte de los usuarios.
El material llegó offline a más de 200 instituciones de la Argentina, Chile, Colombia, México y España, una cifra que se proponen duplicar durante el próximo año. Para la tercera convocatoria recibieron 1776 cuentos; en agosto se abrirá la cuarta edición y calculan que llegarán más de 2000 cuentos. La página audiocuento.com.ar promueve la literatura que se escribe hoy a través del sonido, mediante comandos de voz, pensados especialmente para un público no vidente, estudiantes de escuelas secundarias, pero también para todos aquellos que disfruten de la narración oral. Según datos de la Unión Latinoamericana de Ciegos, la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambríopes y la Universidad Nacional de La Plata, 1 de cada 1.000 personas es ciega y 2 de cada 1.000 tienen problemas de visión. En la Argentina solamente hay 1.200.000 personas que no están en condiciones de acceder de manera tradicional a la literatura.
“El hecho de que más del 35 por ciento de nuestros usuarios sean menores de 24 años marca una tendencia importante con respecto a la idea de que los jóvenes no leen: leen, pero de otra manera, en la que hay que profundizar”, plantea el escritor Nicolás Hochman, coordinador general de la plataforma. “Para nosotros fue una sorpresa, cuando hicimos el lanzamiento en 2016. Esperábamos que fuera un proyecto de nicho, restringido a personas no videntes casi con exclusividad, y lo que encontramos fue que había mucha demanda. Me parece que está cambiando la manera en la que se lee literatura. Los avances de la tecnología tienen consecuencias en la narrativa, aunque esas consecuencias sean indirectas. Hoy vemos Netflix mientras mandamos mensajes por Whatsapp, chequeamos el mail y leemos el diario. Eso influye en la construcción de hábitos, en la manera de acercarse a un texto. Lo hacemos desde la cama, en un colectivo, en la oficina, mientras hacemos la cola en un supermercado”.
El escritor y coordinador general no cree que el audiolibro sea mejor o peor que el libro en formato papel. “Creo que tiene otras posibilidades, y otras limitaciones, y es un buen momento para hacer el intento de transmitir lo que se escribe hoy en la Argentina de otra manera, a un público que no necesariamente es el mismo que va a una librería con frecuencia”, reflexiona Hochman.
“El origen de la literatura no es escrito, sino oral. La literatura surgió alrededor de un fogón, a la noche, hace miles de años –recuerda el coordinador general de Audiocuentos de la Nueva Narrativa Argentina-. Nuestro propio vínculo con el mundo de la ficción empezó siendo oral, de transmisión directa, cuando nuestros padres nos contaban un cuento. El proyecto apunta a algo tan simple como eso: aprovechar una parte de todo ese potencial que tiene la palabra dicha en voz alta, de lo que la palabra puede llegar a generar, a conmover”.