Metido de lleno en la campaña electoral, el presidente Mauricio Macri volvió a encabezar igual que en su primer año de mandato el desfile militar por el 203º aniversario de la independencia. La celebración que el año pasado se suspendió por falta de presupuesto incluyó a un mes de las PASO un enorme despliegue de más de 4000 uniformados, tanques de guerra, helicópteros y aviones militares que volaron sobre la avenida Libertador. En el palco oficial, además de los ministros del gabinete, estuvo el senador tránsfuga y precandidato a vicepresidente Miguel Pichetto. Macri se fue antes del final para asistir al velatorio de Fernando de la Rúa, por lo que no llegó a aplaudir al ex carapintada Aldo Rico, que desfiló como ex combatiente de Malvinas.
Ya sin el frío polar de los últimos días, miles de personas participaron en el norte porteño del desfile de militares, gendarmes, prefectos, policías, caballos y perros que el gobierno de Cambiemos reinstaló con bombos y platillos en 2016 pero no repitió en los dos años siguientes, el último alegando “razones presupuestarias” y en el contexto del enorme rechazo que generó la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el magro aumento salarial otorgado a los uniformados.
Macri volvió rápido desde Tucumán, donde a primera hora participó de los actos oficiales en la Casa Histórica, y compartió el palco oficial frente a Plaza Holanda con su pareja Juliana Awada. A su derecha se ubicó la vicepresidenta Gabriela Michetti y a su izquierda la flamante adquisición de origen peronista. También estuvieron el jefe de gabinete Marcos Peña, el canciller Jorge Faurié y los ministros de Defensa Oscar Aguad, de Seguridad Patricia Bullrich, y del Interior Rogelio Frigerio, entre otros.
El celeste de las banderas argentinas que colgaban de balcones de la aristocrática avenida Libertador se vio reforzado ayer por el de los pañuelos de militantes antiderechos, que se entremezclaron entre boinas verdes, uniformes verdeoliva o caqui de los prefectos, y comandos maquillados y camuflados con pasto falso para deleite de Michetti, que no resistió la tentación de registrarlos con su celular.
A la cabeza marcharon las bandas del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, Policía Federal, Gendarmería y Prefectura. Detrás de las trompetas, tambores y redoblantes desfilaron los uniformados y más atrás los vehículos de guerra: tanques, jeeps, gomones y camionetas para exponer radares y drones.
--De un tiro ese tanque te saca de la faz de la tierra --le explicó un chico de dos años a su padre mientras pasaba una mole de dos toneladas y media, reseñó la agencia Télam. A falta de locro, empanadas o pasteles, algunos pibes se sacaron fotos con soldados.
Detrás de una bandera con la leyenda “Malvinas. Volveremos” se encolumnaron veteranos de guerra, algunos con boinas y chalecos, otros con el uniforme completo. Uno de los grupos tuvo en primera fila a Rico en silla de ruedas y con la sonrisa de siempre. Macri ya no estaba en al palco para aplaudir el ex carapintada que hizo tambalear al gobierno de Raúl Alfonsín pero lo aplaudieron Peña, Aguad, Bullrich y el senador Pinedo, entre otros. A diferencia de hace tres años, esta vez no lo acompañó el ex teniente coronel Emilio Nani, preso por delitos de lesa humanidad. La apologista del genocidio Cecilia Pando paseó con mujeres de represores desilusionadas por la impunidad con la que se ilusionaron en 2015 y nunca llegó. “Muy lindo el desfile militar”, escribió luego en Twitter, donde remarcó que “lo único que faltó fue el Himno Nacional y las palabras del Presidente”.