El secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro, salió a justificar la represión con gases lacrimógenos y palos que desplegaron ayer las fuerzas de seguridad contra los gremios y organizaciones sociales que se movilizaron al Obelisco contra el hambre.
Para el funcionario de Horacio Rodrìguez Larreta, las personas que intentaron instalar colchones para las personas sin techo y brindar un almuerzo caliente, en medio de la ola polar que azota el país, lo hicieron para “buscar el conflicto”.
El lema de la marcha que fue neutralizada a palos por la Infantería de la Ciudad era "La calle no es lugar para vivir", con el objetivo de dar asistencia a las 7251 personas que viven en las calles de CABA, de acuerdo a un censo de los movimientos.
La CTEP junto con otras organizaciones montaron ayer ollas populares en el Congreso y en el Obelisco para distribuir comida entre los necesitados. También armaron una carpa en la 9 de Julio para visibilizar el reclamo y desarrollar una serie de actividades, pero la represión comenzó, según el mismo D'Alessandro asumió, cuando intentaron bajar colchones para los sin techo.
“Lo que no vamos a permitir es el abuso del espacio público, porque querían colocar una carpa y bajar colchones. Quisieron instalarlos por la fuerza y eso no lo vamos a permitir. No puede venir alguien y decir yo pongo los colchones porque sí", se quejó el funcionario de la ciudad en la que murió Zacariaz muerto de frío por la falta de asistencia del Estado.
Tras los forcejeos y gases lacrimógenos, los movimientos sociales pudieron lograr su objetivo de repartir colchones y alimentos para la gente en situación de calle. El desproporcionado operativo terminó con dos personas arrestadas que aún permanecen detenidas.
D’Alessandro insistió en hablar de los cinco policías heridos y en responsabilizar a las personas que se estaban manifestando. “Uno tiene tres fracturas en el brazo. Los dos detenidos no son meros referentes sociales sino que fueron a agredir. Para mí en este caso son delincuentes, porque ésta no es la manera", subrayó el funcionario un día después de los incidentes.
Según cuenta DAlessandro, en línea con la versión de las fuerzas de seguridad, todo se inició a partir de la instalación sin permiso previo de los colchones. "Como siempre decimos, nuestro límite es la violencia. Si se pide permiso no hay problema" para realizar protestas, remarcó y agregó: "Volvimos a caer en aquellos que creen que la política se hace de esta manera, con violencia, con agresión".