Unos 17 mil empleados de Walmart decidieron iniciar este miércoles a las 0.00 hs. un paro de actividades en todo el territorio chileno. Entre los reclamos principales exigen mejoras salariales y se pronuncian en contra de la llamada “automatización” laboral postulada por la firma. La medida se hizo efectiva tras el fracaso en las negociaciones que buscaban llegar a un acuerdo lo más amistoso posible entre las partes.
Luego de una votación de la que participó más del 90 por ciento del Sindicato Interempresa Líder (SIL), los empleados decidieron plegarse a la huelga a partir de este miércoles, con lo cual se ven afectadas en su atención al público más de un centenar de sucursales de la multinacional a lo largo del país, que incluyen a Líder, Express de Líder, SuperBodega aCuenta, Ekono y Comercial Mayorista. Varios de los locales, incluso, no abrirán sus puertas.
Para el presidente del sindicato Juan Moreno, la medida alcanza a una gran porción de los locales de la reconocida firma norteamericana. "Estamos contabilizando más de 130 locales que se mantendrán cerrados y, además, más de un centenar que va a andar a media máquina, o sea, que van a abrir medio día, en la tarde o en la mañana", confirmó Moreno. Para el sindicalista se trata de una de las huelgas más grandes de la historia en el ámbito privado.
Entre otros puntos, los trabajadores exigen un ajuste salarial mayor al ofrecido por pasar a ser "multifuncionales", en el marco de la automatización de diversos servicios, concepciones que corren por parte de la empresa, para evitar hablar de una lisa y llana flexibilización laboral.
Frente a este panorama, Walmart ofreció sólo un tres por ciento de aumento más un bono de 50 mil pesos chilenos. A lo anterior se suman los despidos producto de dicha automatización. Para los trabajadores, se corre el riesgo de enfrentar unos tres mil despidos más y una salvaje reasignación de cargos.
Para SIL, la oferta es insuficiente debido a la magnitud de la modernización que están implementando. Si bien el sindicato manifiesta estar disponible a los cambios siempre y cuando existan compensaciones justas, el ofrecimiento de la empresa “no se acerca lo solicitado. Nosotros esperamos que la empresa recapacite para poder seguir conversando”, aseguró Moreno.
En paralelo, el secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, instó a los consumidores a respaldar la movilización y no comprar en los supermercados de la cadena estadounidense.
Para Díaz sólo se trata de una justa compensación, acorde a los cambios que se avecinan en materia laboral. "Los sindicatos no se niegan a los cambios. Pero los cambios se tienen que hacer con respeto a los trabajadores y con justas compensaciones”, expresó el líder sindical en declaraciones al portal Bio Bio Chile.
El único punto en el cual hubo acuerdo fue en el aumento de un "bono de movilización" (viáticos), equivalente a dos pasajes diarios en el transporte público. Temprano por la mañana, Walmart Chile buscó calmar al mercado y a la opinión pública asegurando que varios locales no se vieron afectados por la huelga.
Las autoridades de la compañía manifestaron además que en el primer día de huelga, sus servicios de comercio electrónico están operando con total normalidad. El ministro de Trabajo chileno, Nicolás Monckeberg, eligió el mismo camino de la compañía multinacional: “Hago un llamado a los sindicatos y a la empresa a que se sienten nuevamente a conversar. Cuando una empresa paraliza, nadie gana. Pierden los trabajadores y pierde la empresa”, expresó el funcionario según consigna el portal Bio Bio Chile.
El argumento oficial es conocido: la flexibilización laboral genera efectos positivos. “El empleo está cambiando, tanto en Chile como en el mundo. También tenemos que cambiar las normas, que están hechas para empleos que hoy en día ya no existen”, manifestó el ministro. A su juicio, cuando una empresa despide a un trabajador porque no fue capacitado a tiempo, “pierden todos: el trabajador, la empresa y el país”, sostuvo en aparente tono conciliador.
La huelga, que generó un fuerte impacto en la opinión pública, se suma a otros conflictos de peso en el país trasandino, entre ellos el paro docente, que podría entrar hoy en su sexta semana, y el de los mineros del cobre en Chuquicamata, que generan un impacto negativo en la imagen del presidente Sebastián Piñera de acuerdo a sondeos del instituto chileno Criteria Research.
Según se desprende de dicha encuesta, la aprobación a la gestión del presidente de Chile, Sebastián Piñera, sigue descendiendo y llegó al 27 % en junio, el nivel más bajo en lo que va de su gestión de gobierno. Su desaprobación por último se incrementó cuatro puntos, hasta el 69 %, la cifra más alta en lo que va de su administración. El ajuste ministerial realizado en junio por el presidente no fue suficiente para revertir las cifras negativas en la evaluación de su gestión.