La universidad pública y gratuita es la puerta hacia "la movilidad social ascendente". En eso coinciden los docentes, investigadores y estudiantes que protagonizan la campaña lanzada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para conmemorar, justamente, los 70 años de la gratuidad universitaria en Argentina. "Yo creo en la universidad pública y gratuita” es el título de la iniciativa, que consta de una serie de cortos audiovisuales donde miembros de la comunidad académica comparten su experiencia y analizan el rol de la universidad pública en la actualidad. Las producciones se pueden ver en el sitio web http://gratuidaduniversitaria.cin.edu.ar .
Los rectores del CIN reivindican los 70 años de la promulgación del decreto 29.337 de 1949, firmado por Juan D. Perón, que dispuso la supresión de aranceles y gravámenes para el ingreso a las universidades nacionales, permitiendo el acceso irrestricto.
El rector de la Universidad de Hurlingham y presidente del CIN, Jaime Perczyk, la socióloga e historiadora Dora Barrancos, la doctora en Filosofía Diana Maffia, el sociólogo Fortunato Mallimaci y el matemático y periodista Adrián Paenza fueron algunos de los reconocidos graduados que participaron de los vídeos.
“A la universidad argentina y a la educación superior argentina acceden aquellos que todavía en muchos países de nuestro continente no acceden. Aunque no todos terminen -y es una deuda que tenemos-, el hecho de acceder, de pasar, de transcurrir, de estar, de compartir, de vivir hace y produce que nuestra sociedad sea más igualitaria, tenga más aspiraciones de igualdad”, sostuvo Perczyk.
En la misma línea se expresó Dora Barrancos, quien consideró que la universidad argentina “permitió que muchísima gente, gente de mi condición, una clase media pero limitada, pudiéramos formarnos en ella, hacer carrera y aún mantener una cierta condición de posibilidad muy interesante para la sobrevivencia. Si la universidad no fuera gratuita, habría una mengua de ciudadanía, habría un retroceso de derechos. Yo creo que es el pacto fundamental para el futuro”.
"Mi familia era una familia de trabajadores. Y gracias a esa universidad gratuita estudié en Bahía Blanca. Fruto de esa universidad me exilié y pude continuar y después pude llegar a ser profesor, decano e investigador del Conicet. Creo que la universidad pública, gratuita y democrática es central para un país que quiere luchar por los derechos, que quiere emanciparse, que quiere liberarse", señaló Mallimaci.
Paenza consideró que la educación pública y gratuita “es la única manera de poder angostar la brecha entre aquellos privilegiados como yo que tenemos virtualmente todo aquello que nos hace falta y aquellos que han sufrido y sufren esta continuidad de políticas estatales que los ningunean y los abandonan”, señaló el matemático. “Si una persona no tiene acceso a la educación, inexorablemente es como si no se pudiera alimentar y esto es algo que es criminal y que, por lo tanto desde cualquier lugar, desde el lugar en donde cada uno esté, tenemos que saber que esa es la línea que no podemos permitir que alguien avasalle."
Se espera que estas reflexiones sirvan de marco para el análisis que se propone el taller internacional “El rol y la perspectiva de la gratuidad de la enseñanza superior en los procesos educativos de América Latina y el Caribe”, que se hará el 19 de agosto en Buenos Aires. Además, el 9 y el 10 de septiembre, se realizará el foro internacional “A setenta años de la gratuidad de la educación superior universitaria. Homenaje y enseñanzas”, en la sede el CIN organizará un foro internacional en su sede de Buenos Aires y en la del Rectorado de la UTN. El encuentro contará con la participación de autoridades y miembros de las universidades y de los consejos de rectores de la región.