Según fuentes de la causa en la que interviene la fiscal Paloma Ochoa, uno de los detenidos es un hacker que se hace llamar Niño Oriño, quien al parecer se había atribuido el hackeo, ocurrido a mediados de enero, “para exponer la debilidad” de la cartera de Seguridad, que de acuerdo con un informe de la División de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal sufrió 30 hackeos en las cuentas de correos oficiales del ministerio.
Según las autoridades, el hackeo al TW de Bullrich se hizo desde un correo electrónico enviado desde una cuenta falsa a nombre de la embajada de Bolivia en Buenos Aires. A través de ese mail se ejecutó un documento que permite acceder a las contraseñas del titular de la cuenta al que se envía el correo.
Ramos dispuso un peritaje sobre las computadoras desde las cuales pudo haberse hecho el hackeo a la cuenta de Bullrich, que al momento del ataque tenía 320 mil seguidores, que leyeron los insultos, los mensajes contrarios al gobierno nacional y hasta uno de los celulares de la funcionaria.