La causa por los dineros del Instituto Nóos, que tuvo en vilo a la corona española, tendrá su desenlace mañana con la sentencia en Palma de Mallorca, que podría enviar a la cárcel a Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI. El marido de Cristina de Borbón ha sido enjuiciado por los manejos de la fundación, y su esposa también fue acusada.
La Audiencia de Palma notificará a las partes de su fallo este viernes a las 12 de España (8 de Buenos Aires). Se preve una lectura extensa, en un fallo que abarcaría unos mil folios. Urdangarin, y su ahora ex socio Diego Torres, condujeron el Instituto Nóos y recibieron más de cinco millones de euros de los gobiernos regionales de Valencia e Islas Baleares.
Nóos funcionó como una fundación dedicada a actos deportivos, pero quedó envuelta en el escándalo desde 2011, cuando se la investigó por desvío de fondos públicos y fraudes.
Según la fiscalía, se adjudicaron eventos a Nóos sin ceñirse a las normativas de contratación pública. El Gobierno valenciano aportó 3,5 millones de euros, 2,5 millones del gobierno balear, y 114 mil euros del ayuntamiento de Madrid.
En total, hubo 17 acusados. Urdangarin enfrenta una posible sentencia a 20 años de prisión, mientras que la fiscalía pidió 16 años para Torres. Los acusan de malversación, prevaricación, fraude, tráfico de influencias, falsedad documental, estafa y blanqueo de capitales. Jaime Matas, ex presidente de Baleares, afronta un pedido de cinco años de cárcel.
La infanta no esquivó el banquillo, pero sí el pedido de cárcel de la fiscalía. Sí quedó quedó la duda de cuánto sabía sobre los manejos del Instituto Nóos. La fiscalía le reclamó casi 600 mil euros por responsabilidad civil. Cristina pagó, pero un colectivo que representa a empleados públicos, sin rango de sindicato, llamado Manos Libres, pidió que se la condene a ocho años, el único pedido de prisión en su contra.
El escándalo marcó los últimos años de reinado de Juan Carlos I. Si el anterior rey estaba cuestionado por el episodio de su salida a cazar elefantes, el caso de corrupción que envolvió a su yerno fue un tsunami. La Casa Real debió excluir a la infanta Cristina y su esposo de los actos protocolares. Felipe VI despojó a su hermana y su cuñado del título de duques de Palma que Juan Carlos les había conferido en 1997 cuando se casaron.
Los Urdangarin no han soportado el escarnio por el caso, que les significó quedar fuera de la Casa Real, afrontando el juicio como simples ciudadanos. Abandonaron España con sus hijos y se instalaron en Suiza, rompiendo relaciones con los Borbón. Mañana no tienen obligación de concurrir a una audiencia que puede marcar su futuro.