Todo indica que en campaña unos piden comida y otros despidos. Luego del pedido flexibilizador de Martín Cabrales, otro empresario exigió “poder despedir sin causa”. Se trata de Julio Crivelli, presidente de la Cámara de la Construcción y de buena relación con el Gobierno. Le siguió los pasos al dueño de Café Cabrales, que había exigido que sea “más fácil despedir”. Crivelli le pidió al Gobierno nacional que se decida a avanzar con el proyecto de reforma laboral y exigió “poder despedir sin causa a empleados en todas las industrias y comercios”.
“Todos nos damos cuenta que la reforma laboral es necesaria en la Argentina. En los años ‘20 y ‘30 la Argentina tenía estándares de protección laboral muy bajos. Con el socialismo y el peronismo evolucionan a esos estándares, y luego siguieron subiendo en desmedro del mérito y el rendimiento y la productividad, y llegamos a un extremo”, afirmó el empresario. Crivelli no tuvo reparo alguno en admitir que su objetivo es eliminar derechos laborales básicos de los trabajadores. Por otro lado, calificó como positivo el “sistema totalmente flexible y meritocrático” que tiene las patronales de la construcción, y agregó que “sería bueno que se aplique en el resto de las industrias. La productividad en la Argentina es muy baja porque no existe meritocracia por las razones que explicó Cabrales y compartimos todos”, sostuvo Crivelli.
El sistema “totalmente flexible” al que hace referencia el empresario es el habitual mecanismo que utilizan las patronales de la construcción para contratar en negro a la gran mayoría de sus empleados. A fines del mes pasado, la Universidad Católica Argentina reveló un informe según el cual casi la mitad de los trabajadores tiene empleo informal. Tanto Cabrales como Crivelli son exponentes de la clase empresaria que le pide al Gobierno nacional profundizar las políticas de ajuste y sobre todo atacar los derechos de los trabajadores, a través de futura reforma laboral o jubilatoria, en sintonía con lo que pide el Fondo Monetario Internacional.
Anteayer Cabrales había dicho que “hay que hacer varias reformas, no sólo la laboral, lamentablemente el Gobierno las deja para el final de su mandato y quedan para el próximo Gobierno, fuese quien fuese para mí las tienen que hacer”. Además señaló: “Como empresario me gustaría tener mayor flexibilidad para tomar gente, tenemos que agilizar el tema de tomar gente y saber que si a esa persona después hay que reemplazarla por otra, también poder reemplazarla. Las cargas sociales, el aguinaldo son montos siderales y uno quisiera tener algún incentivo”. Consultado sobre el aumento exponencial del desempleo no sería peor, el dueño de Café Cabrales respondió: “Mejor hablemos de las condiciones para tomar gente”.
Estas declaraciones se producen a la par de las que pronunció el presidente Mauricio Macri contra referentes sindicales. “Cuando el señor (Hugo) Moyano cobra las cosas que cobra para su gremio, por izquierda, por derecha, lo que hace es dejar a mucha gente sin trabajo”, disparó. Consultado sobre la intención de Sergio Palazzo, que confrontó al dueño de Mercado Libre para encuadrar a sus empleados en el gremio bancario, Macri también lo cuestionó en duros términos. “Sí, es otro prepotente. Quiere avanzar sobre un sistema que desde la tecnología le mejora la vida a la gente. El Gobierno va a apoyar esos desarrollos contra este tipo de actitudes prepotentes, patoteras, de Palazzo”, dijo el presidente.