(Desde Santa Fe)
Los organismos de derechos humanos repudiaron el desfile del golpista Aldo Rico en Buenos Aires y la posterior justificación del ministro de Defensa Oscar Aguad. "El gobierno de Mauricio Macri busca borrar de la memoria de los argentinos el significado del intento golpista carapintada" en la Semana Santa de 1987 que "puso a la democracia al borde del abismo" y "forzó la sanción de las leyes de obediencia debida y punto final" que garantizaron la impunidad de los genocidas por casi veinte años, advirtió el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe.
El Foro, Madres de Plaza de Mayo, Hijos, Familiares de Desaparecidos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos y ex presos políticos, entre otras organizaciones, condenaron la "presencia oficial del ex militar Aldo Rico en el desfile del 9 de Julio en Buenos Aires" y la excusa del ministro Aguad, quien dijo que el levantamiento de 1987 fue "un acontecimiento chiquito que no creo que haya puesto en jaque a la democracia".
"Repudio total", le contestó Hijos Santa Fe. "Es muy grave y repudiable que un golpista como Aldo Rico participe en un acto institucional, pero es más grave y repudiable que un ministro de Defensa como Oscar Aguad lo justifique".
"De esta manera -agregó el Foro-, el gobierno de Macri busca borrar de la memoria de los argentinos el significado del intento golpista carapintada de 1987, que puso la democracia al borde del abismo y forzó la sanción" de las leyes de obediencia debida y punto final. "Así se aseguró impunidad a los ejecutores del genocidio de la dictadura durante casi dos décadas", agregó.
"Tras muchos años de lucha de los organismos de Derechos Humanos, y con las políticas de estado de Memoria, Verdad y Justicia a partir de 2003, se logró derogar las leyes de impunidad", que durante su "vigencia" beneficiaron "a centenares de genocidas que murieron sin condena".
El secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos Humanos José Schulman escribió en su página en la Web: "Aguad, Rico, el desfile militar y por qué decimos que los fachos vienen marchando". "Aguad pone en palabras el verdadero pensamiento de Macri y el gobierno", explicó Schulman. "¿Por qué se levantan los carapintadas en 1987?", se preguntó. Después del alzamiento de Semana Santa, siguió otro en Monte Caseros y el Seineldín, en Villa Martelli. "El reclamo era que no haya memoria, ni verdad ni justicia. Eso es lo que oculta Aguad. El dice que los militares no pusieron en jaque a la democracia, sino que pedían algo que ellos respaldaban".
"¿De qué hablamos?", volvió a preguntarse Schulman. Eran "intentos de golpe de estado". En el de Semana Santa, "al ex jefe del II Cuerpo de Ejército, general Ernesto Alais, le ordenan recuperar el control de la situación, sale de Rosario y no llegó nunca" a Buenos Aires. Y el ex presidente Raúl Alfonsín "termina negociando lo que después serían las leyes de obediencia debida y punto final".