Ramón Machuca, alias Monchi, 36 años. Hace tres que está detenido como líder de la banda de Los Monos. Tiene la condena más alta de todas: 37 años de prisión. "Una condena que me adelantó Marcelo D'Alessio que me iban a dar", argumentó frente a este cronista, incorporando a su relato a un protagonista polémico. Es que este pseudo espía y falso abogado lo visitó un par de veces en medio del juicio a la banda con un motivo que hoy Machuca devela: "Vino convencido de que tenía 50 millones de dólares", confiesa y abona la sospecha que tiene el juez federal de Dolores, que lo ubica como un valijero de fondos negros. Desde su actual lugar de detención en la carcel de Piñero, Machuca denuncia que hace ocho meses que no ve a su familia directa por exigencias que le impone el Servicio Penitenciario. Pero también desnuda el verdadero perfil de otro preso de alto perfil Esteban Lindor Alvarado, caído en desgracia luego del crimen de Lucio Maldonado. Y despliegua detrás del narco un sínnúmero de complicidades policiales que comienzan con el crimen de un policía corrupto de Automotores: el sargento Carlos Honores, al que liga con Marcelo Rey alias Puchero, ladero también de Alvarado y detenido en los últimos tiempos.
"Alvarado trabajó encubierto con los de Judiciales para tirarnos con todo a nosotros", confiesa Monchi. Casi como una lógica de defensa permanente, el miembro más clamo y educado de la familia, trata de poner siempre el motivo de su detención fuera de círculo cercano: los culpables siempre son los conspiradores, las vendettas. Jamás en la charla reconoce los delitos cometidos por el clan de Las Flores, aunque en el momento más humano de la charla, confiesa que "no tengo nada que ver con las balaceras" -por las que esta acusado su hermano de crianza, Guille- y reconoce que "este fue el único camino que me quedó en mi vida para tomar", cuando a los 16 años fue tomado como un hijo por el viejo Ariel y la Cele, la líder del clan. "La familia Cantero fue condenada porque en Santa Fe lo habían metido preso a Hugo Tognoli y había que salir a dar una respuesta política, judicial y mediática y asi armaron la cortina de humo de Los Monos. Hoy somos como Pablo Escobar en Colombia".
Monchi asegura que el falso abogado D`Alesiio "vino convencido de que tenía 50 millones de dólares", dijo sobre la visita del espía detenido.
--Bueno, pero tampoco es que su familia tenia un biblioteca popular ...
--A mí no se me secuestraron nunca nada, lo único que me llevaron fueron libros, retruca hoy desde una celda de dos por dos donde se cocina con el clásico "fuelle" carcelario.
Machuca habita el ala B del pabellón 26 de la cárcel de Piñero, que es un lugar de aislamiento, generado luego de las balaceras a miembros del Poder Judicial. Hay unos 70 internos de alto perfil, 25 de los cuales están alojados en el pabellón común con el resto de los detenidos. Allí quiere volver Machuca. "La celda donde vivo tiene dos metros y medio por dos metros así que también podría recibir las visitas ahí, pero ellos quieren que yo las reciba en este SUM (Salón de Usos Múltiples) donde no tengo ni comodidad ni seguridad. Y después vino alguien que me advirtió que me iba a tender una trampa, porque me querían trasladar a otra cárcel, pero el Ministerio de Seguridad de la Nación dijo que yo no era un preso federal. Me avisaron que le iban a poner a mi mujer cuando viniera a verme una bala o una sierra entre las pertenencias, para decir que yo me quería profugar. Así que le pedí que no viniera más" relata.
Los temores de Machuca se corporizaron hace poco tiempo: después de siete meses de no ingerir la comida que le entregaba el Servicio Penitenciario, accedió a hacerlo. Fue en días previos a las elecciones del 16 de junio. "El primer día que comí me sentí mal a la noche, así que le pedí que me sacaran al médico, y se negaron hasta que me agarraron ataques con convulsiones y mis compañeros empezaron a protestar y hasta rompieron una cámara de seguridad. Entonces vino un jefe médico de apellido Galuppo y me sacó de urgencia para llevarme al Hospital Provincial, donde estuve internado desde la mañana a la noche", recuerda. Machuca está convencido que "algo" le pusieron a la comida que le brindó el Servicio Penitenciario. No hay ninguna denuncia judicial sobre ese episodio. Los presos de alto perfil son muchos en Piñero. Y muy cerca del pabellón 26, donde está Machuca, en el pabellón 27, lindero, se encuentra Alvarado.
--¿Quién es Alvarado?
--Esteban Alvarado es alguien que trabajó encubierto para la Policía de Judiciales, en la época en la que me perseguían. Alvarado entregaba pruebas para darnos con todo a nosotros. Lo hacía porque a él les servia.
Machuca relata entonces un capítulo desconocido hasta el momento: que Alvarado estuvo con el sargento de la policía Carlos Honores, la noche que lo balearon en 27 de Febrero y Circunvalación. Alvarado y el hijo del policía la llevaron a hospital. Esto quiere decir que estaban juntos o que eran amigos. "Puchero" Rey trabajaba con Honores en Automotores. "Aten cabos ustedes", dice.
--¿Alvarado era su enemigo?
--Alvarado nunca fue mi enemigo, pero al fiscal Guillermo Camporini le llegaron unos diskettes con información de todas las bandas que actuaban en Rosario. Con esos datos lo pusieron a trabajar a los de Judiciales y ellos arreglaron con todos los que estaban ahí nombrados y nos culparon de todo a nosotros: ellos arreglaron con Luis Medina, con Luis Paz y con Esteban Alvarado.
Una prueba que Machuca ofrece de ese arreglo es que en calle Cordoba 6389 funcionó una tienda que era de un jefe de Judiciales en una propiedad de Esteban Alvarado.
--¿Fue a verlo Marcelo Dalessio?
--Sí, Dalessio vino a verme con una doble intención: me dijo que lo habían mandado de tal lado para ayudarme. Entonces lo escuché y le dije que yo tenía una información para darle: había un jefe de Judiciales que cobraba un dinero arreglando en un lugar específico con una persona del 1 al 5 del mes. Y le pregunté si se animaba a filmarlo y cortarlo después. Pero me dijo que no, porque esa persona estaba con él. Me habló otras cosas que no voy a decir todavía para contárselo al juez Alejo Ramos Padilla para explicarle qué cosas son, pero en el juicio yo ya lo había declarado: que había ido una persona a verme y que me había contado que me estaban armando una causa federal, porque eso me dijo Dalessio y hasta me adelantó la condena que me iban a dar: 37 años. La verdad es que no le llevé mucho el apunte porque me pareció un loco más de tantos que aparecen. Pero después me fui dando cuenta que no era un loco. Tengo las pruebas de eso, y ya lo declaré en el juzgado federal.
Asegura que "este fue el único camino que me quedó en mi vida para tomar", cuando a los 16 años fue tomado como un hijo por el viejo Ariel y la Cele.
--En el juzgado de Ramos Padilla se sospecha que Dalessio podía estar buscando fondos negros para moverlos e invertirlos en el extranjero, cobrando comisiones por el trámite. ¿Pudo haber venido a verlo buscando los fondos que manejaba su familia?
--Dalessio vino con una película: me dijo que sabía que tenía 50 millones de dólares. Y yo le contesté que esa historia la hicieron los de Judiciales con el poder político y judicial. Pero yo no tenía esa plata, si la hubiese tenido habría agarrado mi familia y mis hijos y me habría ido a Rusia... y que me vayan a buscar. Pero nunca me fui. Y nunca me encontraron nada, se cansaron de allanarme mi casa y nunca encontraron nada.
--¿Cómo lo condenaron 37 años entonces?
--Sin pruebas porque no hubo un solo testigo en el juicio que acredite lo que ellos decían.
--Si usted tuviese a la familia Cantero enfrente, ¿se animaría a declarar contra ellos?
--Si yo fuera víctima de algo que hicieron ellos, sí. Si la justicia te da las garantías, no tendría miedo de declarar. ¿Por qué tendría miedo? Cuando tuve que decir cosas del juez Juan Carlos Vienna y de Luis Paz, lo hice y lo probé.
--¿Las planillas de Migraciones que presentó para probar que Vienna y Paz estuvieron juntos en Las Vegas se las entregó Dalessio?
-No, me las consiguió un muchacho que trabajaba en Migraciones, que después tuvo problemas por eso. Lo que Dalessio me dijo es que hay un video que muestra como estuvieron ellos dos juntos, Vienna y Paz. Eso todavía no salió a la luz, por eso cuando pueda hablar con el juez Ramos Padilla le voy a pedir que busque ese material en los archivos de Dalessio para ver si lo encuentra. Esto no era mucha novedad para mí, siempre lo supe porque había tenido contacto con un detective de los Estados Unidos, y se lo pasé a mi abogado, pero le chuparon los mails para que no pudiera llegar a esa información. Por eso pienso que algo hay.
--Usted sitúa todos los problemas fuera de lo que su familia hacía. Pero le repito la pregunta, ¿Por qué los condenaron entonces?
--La familia Cantero fue condenada porque en Santa Fe lo habian metido preso a Hugo Tognoli y había que salir a dar una respuesta política, judicial y mediática. Así armaron la cortina de humo de Los Monos. Hoy somos como Pablo Escobar en Colombia.
--Bueno pero tampoco es que su familia tenia un biblioteca popular ...
--A mí no me secuestraron nunca nada, lo único que me encontraron fueron libros, y además me robaron cosas, como un cuatriciclo de mi hija y una bolsa de boxeo y unas botellas de vino.