La publicación del indicador trimestral de la actividad económica por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires dejó al desnudo un hecho relevante y desató varias polémicas. El hecho de relevancia es que la economía bonaerense está peor que la nacional, con un descenso más profundo y más acelerado que el registrado a nivel de país, incluso teniendo en cuenta el aporte favorable del agro en el último año. Las polémicas, en tanto, se desarrollan en torno a qué hizo el gobierno provincial con los millonarios recursos que le transfirió la Nación como resultado del aumento en la partida de fondos coparticipables. Con respecto al año pasado, el indicador de actividad económica bonaerense cayó 6,1 por ciento (mientras que el índice a nivel país que elabora el Indec, bajó 5,8 por ciento), pese a que la producción agropecuaria creció en la provincia más de un 12 por ciento. Lo que explica la caída es, principalmente, la debacle industrial, con un retroceso de casi un 14 por ciento en el último año. Pero mientras el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, pone de relieve que la recuperación de tres puntos y medio de la coparticipación para la provincia es “defender de verdad los recursos de los bonaerenses”, lo que revelan los indicadores de actividad y las cifras del mismo presupuesto provincial es que, donde más se ha sentido la crisis, es en la caída de los sectores productivos mano de obra intensivos (60 mil empleos registrados menos), en los recursos destinados a la salud (16.200 millones de pesos menos en un año), seguridad (20.400 millones) y educación (290 unidades educativas menos). En cambio, los recursos destinados al pago de intereses de la deuda: casi un 100 por ciento con respecto al año anterior.
El índice de actividad económica, que elabora la Dirección provincial de Estadísticas del gobierno bonaerense, permite anticipar la evolución del producto bruto geográfico. La serie se publica desde el primer trimestre de 2012, es decir que nació bajo el gobierno anterior, y se continuó con el actual. De toda la serie que ya lleva siete años, la caída que registra la última medición (primer trimestre de 2019 respecto del primer trimestre del año pasado) es la mayor: 6,1 por ciento. Además, el punto al que llega (nivel de actividad en el primer trimestre) es el más bajo de la serie de siete años. Es decir: la actividad no sólo cayó con respecto a la de un año atrás, sino que cayó con respecto cualquier trimestre que se lo compare en estos siete años. En particular, en comparación con el primer trimestre de 2012, el último indicador está 5,5 por ciento abajo del nivel de actividad de 7 años atrás. Ello puede dar una dimensión de la profundidad de la recesión a nivel de la provincia de Buenos Aires. Por otra parte, la estadística oficial muestra que la provincia lleva cuatro trimestres consecutivos de baja interanual (cada trimestre, con respecto al mismo período del año anterior), pero la mayor caída es la del último registro, lo que estaría evidenciando que la velocidad del descenso se acelera.
Pero una mayor evidencia de las características del colapso económico provincial está dada al desagregar los datos. De ese modo, se puede verificar que mientras la producción agropecuaria creció en la comparación interanual en un 12,2 por ciento, la industrial cayó 13,8 por ciento. Al resto de los sectores productores de bienes no les fue mucho mejor, al registrar una baja del 8,8 por ciento (pesca, construcción, minas y canteras, electricidad, agua y gas). Pero es evidente que los sectores más castigados por la recesión son los vinculados a las actividades más mano de obra intensivas. Esto es, que la caída impacta en mayor proporción en el empleo.
Quién paga la crisis
Hernán Lacunza, ministro de Hacienda del gobierno de Vidal, abrió una polémica por tweeter esta semana al contrastar los recursos que recibía la provincia por coparticipación de impuestos nacionales en 2015, al fin del gobierno de Cristina Kirchner, y los que recibe actualmente. “¿Quién defendió de verdad los recursos nacionales de los bonaerenses” Si Con Cristina llegaron a su mínimo histórico en 2015, 18,8 por ciento, y con Macri y Vidal recuperaron todo lo perdido en doce años K”, alcanzando al 22,2 por ciento de participación de las rentas federales. Quien le respondió fue precisamente su antecesora en el cargo, durante el gobierno de Scioli, Silvina Batakis, señalándole que “según en qué se inviertan los recursos, se podrá observar si se defendió a los bonaerenses”.
Los datos que aporta Batakis ponen en contexto las cifras más arriba referidas sobre el nivel de actividad económica, pero además pone en cuestionamiento qué hizo el gobierno de Vidal con los mayores recursos recibidos y con una provincia inmersa en una crisis económica y social. En su cruce por las redes, la ex ministra le recuerda a Lacunza:
“Desde 2007 hasta 2015, por políticas macroeconómicas y provinciales, la provincia creció a un promedio del 3 por ciento anual. Entre 2016 y 2019, la actividad se habrá contraído al 0,9 por ciento anual en promedio, según datos oficiales”.
“La tasa de desempleo en la provincia de Buenos Aires se duplicó con la gestión actual, lo cual es congruente con la crisis por la que atraviesa la provincia con la caída del Producto Bruto Geográfico (PBG)”.
“Se perdieron más de 60 mil puestos de trabajo registrados en el sector privado. Cierran 43 pymes por día. Uno de cada dos chicos es pobre y pasa hambre. La pobreza creció 35 por ciento”.
“Es cierto que la provincia pasó de participar en un 18,8 por ciento en la renta federal a casi 23, pero la pregunta es: ¿en qué benefició eso a los bonaerenses? Una preocupación muy grande de los bonaerenses es la seguridad. La actual gestión decidió dejar de invertir en combustible, patrulleros, chalecos, etc. Por un monto superior a los 20.435 millones de pesos. Los recursos extras no fueron para cuidar a los bonaerenses”.
“En materia de salud, la decisión de política sanitaria es concentrarse en urgencias y emergencias, dejando de lado la prevención, La gestión de Vidal, bajo la coordinación financiera del ministerio de economía, decidió reducir la prestación de servicios en salud por un monto superior a los 16.213 millones de pesos”.
Deuda y necesidades
Los datos referidos a los gastos de Salud y Seguridad que refiere la ex ministra de economía provincial surgen del Presupuesto de gastos y recursos de la provincia para el año 2019. “Entre Salud y Seguridad, ya sabemos que la gestión actual dejó de invertir en los bonaerenses más de 36.600 millones de pesos. Los fondos extras de coparticipación no fueron para ellos”, le indica Batakis a Lacunza. En cambio, la partida provincial que sí se incrementó, y mucho, entre los presupuestos de 2018 y 2019 es la que consigan los recursos para el pago de intereses de la deuda. Entre ambos años, el aumento, en pesos, es del 99,6 por ciento.
De acuerdo al último informe de deuda pública de la provincia, correspondiente al 31 de marzo de 2019, el monto total alcanzaba a los 518.429 millones de pesos, lo cual representa el 9,3 por ciento del producto bruto geográfico. al cierre del año 2015, esa proporción era del 5,9 por ciento, lo cual brinda una dimensión de la expansión de la deuda de la provincia pese al retroceso en el nivel de actividad económica en el mismo período.