Dos mujeres policías cuya misión era la de garantizar la seguridad en una transitada zona comercial de Santa Teresita, se dedicaban en realidad a hacer todo lo contrario. Luego de una corta investigación, iniciada a partir de la denuncia del dueño de un comercio ubicado en la esquina de 41 y 4, de esa localidad balnearia, se pudo determinar que la misteriosa desaparición de mercaderías en horario nocturno, era obra de las dos funcionarias policiales, quienes luego de desconectar las alarmas y las cámaras, realizaban "las compras", sin pagar un solo peso. En solo uno de los robos comprobados, se llevaron mercaderías por más de 50 mil pesos. Los delitos cometidos, en complicidad con un empleado del comercio, fueron descubiertos porque las cámaras --grave error de las dos policías-- tenían una batería que permitía que siguieran funcionando, aunque estuvieran desconectadas del suministro eléctrico. Las imágenes analizadas por la justicia, las muestran a las dos eligiendo lo que querían llevar a sus casas, sin pasar por la caja. Las dos policías y el empleado están detenidos.
Las imágenes que pusieron en evidencia la actitud desleal de las uniformadas, quedaron registradas el jueves de la semana pasada, cerca de las cinco de la mañana, cuando el local estaba cerrado al público, que sin embargo era atendido por una puerta con ventanilla, dado que es un local abierto las 24 horas. En las imágenes se las ve a las dos eligiendo lo que se iban a llevar, creyendo que las cámaras no iban a registrar sus movimientos. Lo que no sabían ellas, y el empleado, era que las cámras siguieron grabando todo porque contaban con un sistema para autoabastecerse.
Las dos policías fueron identificadas como Marina Campos Gomez y Monica Castillo, quienes además de quedar detenidas, fueron desafectadas de la fuerza de seguridad, por estar ahora acusadas por los delitos de "defraudación por administración fraudulenta y hurto agravado por la condición de funcionario policial". ación por administración fraudulenta y hurto agravado por la condición de funcionario policial. En la causa se realizaron allanamientos en los domicilios de las involucradas y se encontró parte de la mercadería robada. La sanción administrativa fue confirmada por voceros del Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Cristian Ritondo.
El caso se comenzó a investigar a principios de julio, cuando el propietario del comercio advirtió faltantes de mercaderías que atribuyò a alguno de los empleados. Lo primero que advirtió fue la falta de jueguetes y artículos de bazar. Pudo establecer que los robos pasaban cuando se ausentaba del negocio y la atención quedaba bajo control de un empleado. Al principio, la investigación fue discreta y de ese modo se llegó a la verificación de los robos, mediante las imágenes de las cámaras de seguridad, que fueron instaladas recién cuando se tuvo la confirmación de la desaparición de mercaderías, a esa altura de todo tipo. El empleado infiel fue identificado como Juan Cruz de Rafael y fue el último en ser detenido.
Las imágenes, difundidas por medios de prensa locales, muestran como las dos uniformadas van eligiendo y robando todo lo que necesitan. Las mercaderías eran guardadas en mochilas. Se tomaban todo el tiempo del mundo, porque creían que eran impunes y nadie podría descubrirlas. De los robos habría participado un tercer policía, un hombre que, según testigos, se quedaba en la puerta del comercio, para alertar a sus colegas, en caso de que llegara el dueño.
En el caso interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de Mar del Tuyú a cargo, que dispuso ladetención de las dos policías que pertenecen a la Policía de la Costa. En la casa del empleado, y en la de un oficial de la Jefatura Comunal de Ayacucho, se realizaron allanamientos. En algunas de las viviendas se encontró parte de las mercaderías robadas. En otro hecho delictivo ocurrido en Santa Teresita al 17 de junio pasado, también está involucrada una mujer policía, en ese caso de la Federal. El hecho fue el robo a una caja de seguridad de un Rapi Pago. En este robo, la mujer policía actuó en complicidad con dos hombres.