"Que nadie elija tu género". Con esa invitación, un grupo de personas no binarias se reunió a intercambiar experiencias, el sábado, en La Toma. En diálogo con Rosariol12, Camile, Rulos y Wan, de la Asamblea No-Binarie Rosario, hablaron de sus vivencias y de qué significa no percibirse "ni varón ni mujer". En ese sentido, apuntaron a la necesidad de visibilizarse, brindarse apoyo como grupo y desde allí convocar a otras personas que sientan lo mismo, para "evitar el aislamiento". La familia, les amigues, el lenguaje, la salud, la educación y lo laboral son algunos de los ámbitos en los que buscan "romper" el binarismo. La lucha incluye que en sus documentos no se consigne género y esperan una respuesta del Estado.
Camile tiene un pin amarillo que dice "elle" del lado izquierdo de su campera de cuero. "No me percibo ni varón ni mujer. No vemos lo binario tal como está en el sistema", dijo. "Es replantearse cada une dentro de esta cuestión cultural. No todes transitamos la misma experiencia, pero hay experiencias que nos atraviesan a todes", sumó Wan, estudiante de la carrera de hotelería.
El grupo de Rosario se empezó a armar con cuatro miembros después de conocer la experiencia de Buenos Aires, conformada en 2017. El fin es el mismo: encontrarse, "activar", conocerse y compartir experiencias. Así, en 2018 se reunieron por primera vez, en un encuentro abierto. En el grupo local hay personas estables y otras que se acercaron por primera vez. Quienes estaban allí el sábado tienen entre 17 y poco más de 30 años. "Seguramente hay gente más grande que podrá sumarse, pero todavía no llegamos a elles. Esto no es una cosa nueva, podemos observar las culturas y ver cómo los géneros cambian y pertenecen a un contexto específico", dijo Wan. En ese sentido, planteó que puede haber gente atravesando la experiencia, pero que aún "no la puede nombrar; y si no podés ponerle nombre a lo que sentís, muchas veces no lo podés exteriorizar y no podés encontrarte con pares, con otres que se sientan atravesades por la misma experiencia o por algo similar", aseguró. También creen que todavía puede haber personas que sienten "pudor"; por eso, la visibilización es uno de los objetivos de los encuentros.
"Además de visibilizarnos, esperamos que salgan nuestros trámites; que en la salud y otros ámbitos nos traten como no binaries", pidió Camile.
En al misma sintonía, plantearon que las redes sociales e internet tienen un rol "súper importante" en la llegada a otres y en saber más sobre el tema. "Muchas veces te sentis aislade; sin embargo, con internet podés mirar al mundo y enterarte de qué sienten otras personas, saber que no estás sole, poder informarte y construir", plantean.
Las vivencias con las familias fue uno de los temas de la charla del primer encuentro del año, donde el mate y las galletitas no faltaron. "Mi mamá me pregunta por qué ya no me maquillo para ir al centro", contó une de les integrantes del grupo que hace poco se cortó el pelo y se siente mejor. Era su primera reunión.
Antes de responder cómo se transita la experiencia en todos los espacios que ocupan, Camile, Rulos y Wan se miran, mientras las risas se multiplican en la mesa grande donde sigue la charla, las anécdotas y el mate, a pocos metros. "Al principio cuesta. A las personas les cuesta entendernos. Lo van haciendo, pero primero se van con un montón de preguntas. Si te quieren, te quieren tal cual sos. En otros ámbitos como la escuela, el sistema de salud, un negocio, un lugar público, todo está estructurado de manera binaria; y cuesta", dijo Camile. "Hay que decir todos los días: mi identidad es esta", agregó. Para Rulos, incluso "hubo hasta un recambio de amistades".
"El género se vive. Pero, para la sociedad es muy importante marcarlo. Partimos de la base de que la ESI (Educación Sexal Integral) no se aplica. Hay como un chip que es binario: desde que nacemos, si es nena, le ponen aritos; si es varón, le regalan una pelota", dicen. Wan aseguró que no se trata de "levantarse una mañana y nombrar algo que el sistema te dice que no existe". "Es una práctica, indagar con une misme, encontrarse", asegura.
En lo laboral, también encuentran dificultades. "Es engorroso, te tratan según la identidad con la que figurás en el DNI, y yo hasta dejé de tirar currículum. Muchas veces te tenés que autogestionar y es muy difícil", dijo Camile. "Hay veces que aparecen publicaciones de trabajo a varones o mujeres y nos preguntamos '¿me presento a ambos?'", sumó Wan.
DNI. Entre les integrantes del grupo, hay quienes esperan la modificación en su partida de nacimiento para que no se asigne género o se exprese la identidad no binaria. Son seis los casos que se presentaron a fines de 2018 en Rosario. Les peticionantes plantean que no están de acuerdo con el término "autopercibido" que se resolvió en un caso de la capital provincial y se conoció la semana pasada.
"Además de visibilizarnos para que se nos conozca, esperamos que salgan nuestros trámites; que en la salud y otros ámbitos nos traten como no binaries", pidió Camile. "Buscamos la despatologización, también", sumaron. "Estamos buscando todos los derechos para todas las personas. Creo que en todos los momentos de nuestra vida tratamos de encajar y no nos salió bien (ríen), por eso estamos acá".
La Asamblea No Binarie Rosario se reúne periódicamente de manera abierta. Las fechas de los próximos encuentros y las consultas pueden hacerse a través del Facebook: Asamblea No Binarie Rosario; o Instagram: Asamblea No Binarie Ros.