La Gran Mesa Digna que todos los viernes arma la Red Solidaria en plena Plaza de Mayo, tiene un plato de comida caliente para cada comensal que aquí se sienta. Cada semana se repite esta escena, que junta a una pequeña multitud frente a la Catedral, entre los voluntarios de la Red y los que llegan para tener una cena.

Esta noche son unos 150, entre grandes y chicos. Muchos están en situación de calle, otros viven en lugares precarios y temporales. Algunos paran por el barrio, otros llegan de lejos a lo que ya es una cita. Esta vez, además del guiso de lentejas que preparó aquí mismo el cocinero Rubén en dos grandes ollas, y de los brownies que sirvieron de postre, el encuentro tiene un plato extra: ha venido Julieta Venegas, con su acordeón y su guitarra, a compartir sus canciones.

Después de las canciones, hay tiempo para las fotos, las anécdotas, la charla. Junto a la mexicana aparece un sonriente Juan Carr, también está su esposa. Los voluntarios ya están pensando lo próximo que harán, calculan kilos de comida, despiden a los chicos de colegios que hoy vinieron a ayudar. No hace tanto frío en la ciudad.