Alejandro López nació en Corrientes vivió en Buenos Aires, España, y volvió a su pueblo.  Hizo cursos de Milagros y dice que ahora todo le chupa un huevo. También se desinteresó por el sexo, después de haber escrito Keres coger (2005) una novela de chats y travestis que desbordaba de aventuras sexuales y Cuentos putos (2008). En el 2001 apareció La asesina de Lady Di causó gran revuelo por la historia de una chica que se venía a vivir a la Capital para quedar embarazada de Ricky Martin. 15 años después sale Las rubias del cielo, tres textos que incluyen dos versiones de La asesina. El libro está lleno de supersticiones, numerología, y mística, bordeando la locura. Con Las rubias del cielo vuelve a resignificar una lectura que parecía perdida y a decirnos que Lady Di no murió.

¿Por qué decidís sacar las primeras versiones de La asesina de Lady Di después de 11 años sin publicar?

11 no es un mal número. Estamos casi en el barrio del Once… Lo que está saliendo ahora completa mi proyecto, como los panes que se multiplican. La asesina salió en su versión de dos páginas. Después Eloísa cartonera publicó la de 40 páginas. Y Adriana Hidalgo la más larga y conocida. Ahora se completa ese proceso, para ver cómo de esto se llegó a lo otro. Pasé muchos años sin publicar, porque nadie quería publicarme, pero siempre escribiendo. La frescura que tiene el libro está muy bien; por eso no toqué nada. Me divierte más esta, que la versión estilizada, la de Adriana Hidalgo; esta es más bardera. 

En el libro hay tres textos y dos hablan de mujeres asesinas…

¿Si soy misógino me estás preguntando? 

Por la insistencia te pregunto…

Hay mujeres divinas y hay mujeres de terror. Hay hombres divinos y hombres de terror.

Pero…

Nunca tuve ganas de asesinar a nadie. Bueno sí, a mamá, pero a papá también; por suerte se me pasó. Es aceptar todo lo de hombre que uno tiene y todo lo de mujer que uno tiene; porque somos la mitad de una cosa y la mitad de la otra. Cualquier definición me parece falsa. Tan falso el macho como el puto. Ignorante. Hay algo que se está perdiendo, de un lado y del otro. Porque es hermoso ser mujer y es hermoso ser hombre. Está buenísimo que encuentres tu parte mujer y tu parte hombre, cuando eso está en coherencia y en armonía, te vas a iluminar. 

O sea que estás más allá de los géneros y los estereotipos…

Me parece una pavada… Yo no sé lo que soy. Soy una persona, ponele, qué se yo. Toda definición me parece una renuncia a una parte de unx. No me parece que exista la mujer que solo le gusten los hombres, o los hombres que solo le gusten las mujeres… Que hay miedos que se manejan, que puedan llegar a ser fobias, sí. Pero, si te relajas y sos sexual, te tiene que gustar todo.

La prosa de Lady es femenina... Pero vos decís que estudiaste el universo femenino, pero me da la sensación que lo viviste, que formaste parte de ese universo… No hay desarrollo de personajes masculinos.

Y sí. Era algo que me resonaba. Las primas, las madres, las abuelas; tiene lo genérico, después lo fui ubicando en esas chiquilinas fanáticas.

¿Te gustaba Ricky Martin? 

No, sinceramente. En esa época me divertía más Luis Miguel, me canchondeaba más; era la otra opción. Ricky me parecía un sonso. Después, midiendo quién iba a ser más popular ganó Ricky por goleada. En ésa época no era pública la sexualidad de Ricky, pero el sensor funcionó. 

Es un ícono gay, aceptado por los gays y por los héteros…

Me interesó eso. Ese grupo de mujeres heterosexuales enamoradas de este pedazo de puto, me parecía super interesante. Ese era el concepto, el mensaje que viene detrás. ¿Qué son estas minas homofóbicas pero enamoradas de él, flor de mariposa?

¿Qué pasó cuando intentaste presentar el libro en el Club de Fans de Ricky?

Ah, acá todo bien, pasa que no lo habían leído y cuando lo leyeron no querían saber nada. Se habían ofendido. Yo pensé que les iba a encantar, lo escribí para ellas; pensé que iban a ser mi público. La cantidad de fans de Ricky… iba a ser un éxito, a nivel marketing. Acá empecé en el Malba, seguí en una galería fashion Tres cuartos, en Belleza y Felicidad, y terminé en el Club de Fans. En Goya, en Rosario.

Falta humor…

Las fans de Madrid estaban alertadas, ya nos hablaron de vos, me decían. Yo había organizado 13 presentaciones, quise hacer lo mismo que en Buenos Aires. Empecé en Casa de las Américas, invitado por la Embajada Argentina, seguí en El bar museo Chicote que era el lugar donde iba Almodóvar, Amenábar y todxs estxs a tomar tragos… Después en un antro, Bodegas Lo Máximo, y como lo del Club de Fans falló, lo presenté en la calle, de incógnito. Yo había organizado La maratón Asesina. 

¿Qué cosa pone en cuestión La asesina?

Y bueno, criticaba todo. Era muy burlona. Me interesó que fuese algo encubierto. Una guerra de sexos, de religiones, entre lo católico y las supersticiones de provincia, el carnaval; eso lo trabajé. Ellas tan homofóbicas en el medio de ese puterío, me parecía bonito, astral.

Cuando Esperanza vivía en Gualeguaychú hablaba de una manera, pero cuando viene a Capital adquiere otros modismos, con sutileza dice mucho…

Eso está trabajadito… También me río de la nobleza. Ellas tienen medias Reina Cristina y publican en El Harold. Se sienten princesas… Diana Prince, la Mujer Maravilla. Lo subliminal del lenguaje me divertía… Estaba el 13 y el 31 en espejo, mezclado ahí. A los 13 años se mira en el espejo. Una colección de accidentes. A los 13 años intenta matar a su amiga. Son 13 capítulos.

El libro empieza con esta frase: Escapar de Gualeguaychú fue una pesadilla mortal. ¿Se podría pensar que esto resume el libro?

Yo quería escribir un clásico, como Poe, y los clásicos empiezan resumiendo el libro, lo que va a pasar después. Y esa misma frase, está al final, pero desfragmentada; aparece en el último capítulo: escapar- pesadilla. Me llevó 10 años escribirlo. 

Del pueblo a la ciudad y de la ciudad al pueblo

¿Cómo es un día tuyo ahí en Corrientes?

Y, bueno. Me levanto, corto el pasto. Trabajo, si es que hay que trabajar. Hago mucha albañilería, pintura, esas cosas. Arreglé mi casa. Estoy haciendo un emprendimiento, para alquilarles a los pescadores. Vengo acá cada 15 días para dar clínicas y talleres de literatura. Estoy lo mínimo e indispensable acá; ya no uso la ciudad.

¿Cómo es la vida sexual en tu pueblo?

Y, bueno… Debe ser… intensa, por lo que me cuentan los lagartos… Hermoso, como en cualquier lugar.

¿Pero todo es más encubierto?

Mmmm, no te creas… Al contrario, me parece que es más abierto. Se habla delante de todos, allá; por lo menos en mi vecindario. Mi vecinita de 8 viene a pedirme hielo. Le pregunto, quién está en tu casa, y me dice: está mamá, papá, el tío y el puto. Joanna, la travesti, es el puto. Mi mundo hoy es eso. Yo me fui de allá con la necesidad de aprender cosas místicas, de alejarme de todo. Focalizarme en mi eje. Dejé de tener sexo hace mucho tiempo.

¿Por?

Me dejó de interesar. Soy nada. 

… Morrissey que practica el celibato.

Me dejó de interesar el sexo. A mí la compulsión sexual se me fue.

¿Trabajaste para que así sea?

No, me dejó de interesar. Fue fácil, porque tiene que ser fácil. Si es difícil algo está mal. Sino, no me lo planteo. 

¿Te ves solo en pareja?

No me proyecto estar en pareja, porque no me interesa; se proyecta lo que a unx le interesa. Me veo en el presente y me encanta. El pasado y el futuro no existen, es un invento. Todo es para que aprendas algo; sino va a volver a pasar.

¿Aceptas todo?

Trato de que todo me chupe un huevo. Es una postura super interesante, cuando le quitas dramatismo y necesidad… es cuando suceden las cosas. Estuve persiguiendo editores para que me publiquen, años; ahora que me chupa un huevo, está sucediendo. Me encanta esa energía. Vivo más tranquilo. En paz. López es la paz. l