Todo aquel que en Bariloche haya hecho la caminata al Frey, el más popular de los refugios de montaña en esa ciudad andina, lo conoció. Era el "refugiero", el encargado de ese pedazo de montaña que brinda albergue a quienes se aventuran a caminar los senderos, las rocas y las nieves. Era uno de los deportistas jóvenes más potentes de esa ciudad: andinista, esquiador y parapentista. Ian Schwer murió en un accidente en Perú mientras hacía lo que le daba sentido a su vida: escalar.
El refugio Frey está ubicado a 1700 metros de altura en el cerro Catedral, el mismo de las pistas de esquí, solo que para llegar allí hay que animarse a una caminata de varias horas. Está enclavado a orillas de la laguna Toncek, en medio de torres y agujas rocosas que convierten al lugar en uno de las paisajes más impactantes de Bariloche. Y uno de los más requeridos, en el país e internacionalmente, para la escalada y el esquí de travesía.
Schwer tenía 30 años y nació en una familia de andinistas. Era el concesionario del refugio Frey desde hacía cuatro años y, desde hacía ocho, miembro de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche, el grupo de rescatistas que sale a buscar a montañistas perdidos o en peligro. "Ian era el referente de la generación reciente de escaladores --cuenta Martín Raffo, jefe de la Comisión de Auxilio--. Un escalador de mucho nivel que hizo rutas en toda la Argentina, Europa y Sudamérica". Sus amigos lo describen como un deportista potente, con un gran futuro que ahora quedó trunco.
El accidente ocurrió en Perú, aunque todavía no hay certezas de lo que ocurrió. Estaba escalando la cara sudeste del cerro Caraz, sobre la Coordillera Blanca. Es un macizo de los conocidos como "nevados" porque tiene nieve durante todo el año. "Estaba junto a Juan Pablo Cano, de Santa Fe, y por lo que sabemos entre el martes y el miércoles tenían planeado subir esa montaña --explica Raffo--. El accidente, del que no sabemos aún las causas, sucedió durante el ascenso".
"Al no tener noticias el jueves, que era el día que tenían que tomar un bus para volver a Lima, otro escalador que conocía a Ian fue a la zona para ver qué pasaba. Esto llevó muchas horas por lo lejano del lugar. Desde ahí pudieron ver dos bultos inmóviles a lo lejos, en el lugar donde comienza la escalada. Luego se confirmó que eran ellos", agrega.
Este domingo, los rescatistas trabajaban en la bajada de los cuerpos. Mientras tanto, Bariloche entraba en luto por la muerte de uno de sus deportistas más pujantes.