Desde Santa Fe
La Cámara de Diputados reaccionó ayer ante lo que ya se conoce como un industricidio planificado, y en su primera sesión del año, alertó sobre el cierre de tres fábricas de la provincia que dejaron en la calle a 234 trabajadores santafesinos: Mefro Wheels de Rosario, la única que producía llantas para las terminales automotrices en la Argentina que despidió a sus 176 obreros; la procesadora de lácteos Chateaubriand SA de la localidad de Carmen que hizo lo mismo con sus 17 empleados y la empresa Nesagio (Cer‑Plac) de Ceres, dedicada a la producción de baterías, placas y plaquetas, que dejó sin trabajo a otros 41. Las minutas se votaron sobre tablas, expresaron su "solidaridad" con los despedidos, lamentaron que los "esfuerzos" del ministro de la Producción Luis Cotigiani para evitar el colapso de Mefro Wheels "hayan sido en vano" y exigieron al gobierno de Mauricio Macri que regule las importaciones. Todo, en medio del silencio de los legisladores del PRO que en una hora y media de debate no abrieron la boca. El diputado Carlos Del Frade se preguntó: "¿No son delitos los despidos masivos?".
La decisión de Mefro Wheels de bajar las persianas de su planta de Rosario empujó a la comisión de Asuntos Gremiales, que preside el diputado socialista Miguel Solís, a unificar varios proyectos para que la Cámara declare su "solidaridad" con los 176 trabajadores de la empresa y su "preocupación por las familias afectadas" y exhorte al gobierno de Macri "a regular las importaciones en resguardo de las fuentes de trabajo y el mantenimiento de la paz social". Y eso fue lo que se votó.
La Cámara hizo lo mismo ante el cierre de la industria láctea de la localidad de Carmen, cercana a Venado Tuerto, que despidió a sus 17 trabajadores: acumuló los proyectos que presentaron Del Frade, Solís y sus colegas Oscar Pieroni, Julio Eggiman y Claudia Giaccone y los aprobó en conjunto. Y luego, votó una tercera iniciativa del diputado de la Coalición Cívica, Ariel Bermúdez, quien alertó sobre el cierre de la empresa Nesagio, en Ceres, con 41 cesantías.
"La situación es grave", planteó Solís al volver al caso de Mefro Wheels. "Es una fábrica de llantas, la única en el país, que baja sus persianas ante la apertura indiscriminada de importaciones y deja en la calle a 170 personas. Más allá de las malas maniobras de la empresa para cerrar la planta con el menor costo posible, y a pesar de los esfuerzos realizados" por el ministro Contigiani que "fueron en vano, la empresa alemana decidió mudarse donde los costos de producción le fuera más favorables. Esta situación pone en alerta a la región", advirtió el legislador.
El presidente de la Cámara, Antonio Bonfatti, le ofreció la palabra al jefe del bloque radical, Santiago Mascheroni, pero el legislador desistió, lo que puso más en evidencia el silencio de sus socios de Cambiemos.
Del Frade dijo que la operación de Mefro Wheels fue perversa. "El dueño le vendió su capital accionario a una empresa alemana que la liquidó y desde Alemania le vende las llantas que producía los trabajadores de Rosario a las mismas automotrices de la Argentina. La figura es perversa: cierra la fábrica de Rosario, la vende en Alemania y se lo permiten con absoluta facilidad. ¿Cómo se llama al empresario que despide en forma artera, premeditada y con alevosía a 176 trabajadores y los deja en la calle? ¿Cómo se define a un despedidor de 176 personas? ¿No es esto un delito social que afecta a la paz? ¿No hay un daño al derecho colectivo a la paz que esta multinacional produce con absoluta impunidad?", se preguntó el legislador.
"El derecho dice que esto se subsana con la indemnización. ¡Mentira! ¿Cuánto le va durar la indemnización a los trabajadores? ¿Seis meses, un año? ¿Se soluciona el problema? No. Y después, el Estado deberá ayudar a esas familias. Alguna vez hay que pensar que los despidos masivos son delitos y hay empresarios que se convierten en delincuentes y frente a eso la figura del derecho laboral no alcanza para reparar el daño social", cerró.