La inflación se ubicó en 2,7 por ciento en junio y acumuló un avance de 55,8 por ciento en los últimos doce meses. Así lo publicó este martes el Indec. El dato se interpretó de distintas formas entre los analistas. Los optimistas aseguraron que los precios empiezan a moderarse y que en los próximos meses habrá un descenso sostenido de la inflación. Los más críticos plantearon que los precios siguen arrojando aumentos muy elevados en la comparación con otras economías de la región e incluso con los años anteriores previos a la corrida de 2018. Los rubros con las mayores subas interanuales son lo que más impacto generan en los sectores de menores ingresos. Se destacó la suba del 60,8 por ciento de alimentos en los últimos doce meses.
La economía se encuentra estancada desde mitad del año pasado y llegó a caer cerca del 7 por ciento mensual. El Banco Central aplica una política ultra conservadora limitando a cero la emisión monetaria y ofreciendo pisos de tasas de interés por arriba del 58 por ciento. El dólar hace varios meses dejó de aumentar e incluso registró un proceso de apreciación del peso tanto en términos nominales como reales. El Gobierno planchó los aumentos de las tarifas de servicios públicos a partir de mayo. Ninguno de estos elementos parece suficiente para contener el proceso inflacionario del mercado interno. En un mes, en la Argentina los precios suben lo mismo que en todo un año en Chile o Uruguay. La inercia inflacionaria es el principal problema para frenar las remarcaciones de los empresarios locales.
Principales subas
El informe mensual del Indec detalló que la inflación en lo que va de este año ya subió un 22,4 por ciento. La cifra se encuentra lejos de los pronósticos del equipo económico, que a principios de 2018 afirmaban que 2019 iba a terminar con inflación de un dígito. En junio la suba mensual de los precios fue del 2,7 por ciento para el promedio nacional. En regiones como el noroeste se registraron aumentos mayores (2,9 por ciento). Los datos del centro de estadísticas evidencian la reticencia de la inflación para alejarse del 3 por ciento mensual.
Los rubros que más subieron el mes pasado fueron comunicaciones (7,1 por ciento), recreación y cultura (3,7 por ciento), salud (3,6 por ciento), equipamiento y mantenimiento del hogar (3,4 por ciento), alimentos (2,6) y prendas de vestir (1,9). En el último año los rubros que anotaron las subas más importantes fueron comunicaciones (65,3 por ciento), transporte (63,9 por ciento), salud (61,9 por ciento), alimentos (60,8) y vivienda (55,6).
El documento del Indec registró también el aumento de algunos productos elementales para la canasta de consumo de la población. Sobresalieron las subas del 82,1 por ciento de la leche fresca entera de sachet, del 108,5 por ciento del detergente, del 87,5 de la lavandina, del 80,7 del pollo fresco, del 79,9 de los fideos secos y del 74,5 del arroz blanco. Otras subas relevantes fueron las de 70,8 por ciento del jabón de tocador, del 63,4 por ciento de la harina de trigo, del 58,5 del pan francés y del 51,9 de la carne picada común.
Pronósticos 2019 y riesgos
Los consultores proyectan la inflación de este año por encima del 40 por ciento interanual. El propio FMI estimó en esos valores la inflación 2019. En el último informe de LatinFocus se precisó que los economistas de la consultora Econviews, de Miguel Kiguel, calculan una inflación para este año en 43,5 por ciento, mientras que OJF & Asociados, de Orlando Ferreres, la ubicó en 41,3 por ciento y EcoGo, de Marina Dal Poggetto, en 43,3. Los grandes fondos de inversión no se alejan de estos valores. El JP Morgan, por ejemplo, estima para el acumulado de este año un incremento de precios de 39,1 por ciento. Estos cálculos no tienen en cuenta la posibilidad de una nueva ronda de devaluaciones en los próximos meses. Hasta fin de año hay suficientes pesos en el mercado para fugar el equivalente a 20 mil millones de dólares y provocar un nuevo salto de la cotización y del proceso inflacionario.
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