Con ollas populares en todo el país -la principal instalada en el Obelisco-, los movimientos sociales protestaron contra las políticas del Gobierno. Los reclamos de la jornada expresan las muchas caras de la crisis: las organizaciones denuncian que la Anses dio de baja a miles de beneficiarios del salario social, exigen respuestas del Estado ante el aumento de las familias en situación de calle, piden un nueva declaración de la emergencia alimentaria, y plantean que los fondos de las Casas de Acompañamiento para las personas con consumos problemáticos no alcanzan para su sostenimiento .
"Los trabajadores y trabajadoras desocupados y precarizados de la economía popular son los más afectados por este modelo económico que todos los días deja a más personas sin comida y sin trabajo", advirtieron las organizaciones.
En la Ciudad de Buenos Aires, la jornada arrancó con una marcha al Ministerio de Desarrollo Social. De allí, los manifestantes fueron a Corrientes y la Avenida 9 de julio, donde después de compartir la comida hicieron un acto.
Convocaron a estas medida la CTEP, Barrios de Pie, la Corrriente Clasista y Combativa, el Frente Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha. El próximo 7 de agosto, las primeras tres organizaciones realizarán por cuarto año consecutivo la marcha de San Cayetano, desde Liniers a la Plaza de Mayo.
Además de los pedidos para paliar las carencias más urgentes, los trabajadores de la economía social buscan poner en agenda el debate de seis proyectos de ley con políticas para el sector. Los proyectos tienen estado parlamentario, pero los legisladores del oficialismo mantienen congelado su tratamiento.
Desde el Obelisco los dirigentes salieron al cruce de Patricia Bullrich y el lanzamiento del Servicio Cívico Voluntario, presentado por el gobierno nacional como una medida para “rescatar” a los adolescentes que no estudian ni trabajan. “En vez de hablar de que la educación se ha deteriorado y está desfinanciada, presentan este servicio militar. La Gendarmería no puede enseñar valores, fue siempre la fuerza que reprimió a los que luchamos”, sostuvo Juan Carlos Alderete (CCC).
“Esta es una política que se ha convertido en exterminio: cuando un jubilado no puede pagar un remedio se muere, cuando un pibe no puede comer, se muere. Hay que decirlo crudamente porque parece que hay sectores que no lo entienden. También la quita de los salarios sociales es parte de esta política”, agregó Esteban “Gringo” Castro. El referente de CTEP adelantó que el 7 de agosto van a hacer “una marcha muy pacífica, no queremos que haya ningún tipo de conflicto. Le pedimos al Gobierno que no genere ningún disturbio”.
Hubo piquetes y ollas en Rosario, La Plata, San Martín, La Matanza, Quilmes, Tandil, Mar del Plata, y también en las capitales de Salta, San Juan, Neuquén, La Rioja y Mendoza.