Un jueves 25 de julio de 1935 nace en Barracas Héctor Walter Valle. Tal vez como un designio aquel mismo día la rivalidad entre Lisandro de la Torre y Federico Pinedo intentó saldarse a duelo de pistola. De alguna manera aquel lance de honor pone al descubierto un punto central acerca del modelo de desarrollo nacional.

Valle fue testigo privilegiado de la segunda mitad del siglo XX. Transitó la experiencia del desarrollismo, la época dorada de la planificación argentina con Illia, los avatares y purgas administrativas de la Revolución Argentina, las contradicciones del tercer peronismo, la dictadura cívico-militar y su ortodoxia monetarista, el retorno a la democracia con el MID, el resurgimiento del neoliberalismo en los noventa, la reedición de un proceso neo-desarrollista entre 2003/2015 y el regreso de un rancio conservadurismo liberal de la mano de la alianza Cambiemos.

Formación

Su padre, el andaluz Antonio Valle, arribo al país muy pequeño. Su familia paterna era partidaria de la República Española. A la distancia, los Valle seguían los pormenores de la Guerra Civil y, a su modo, se comprometieron enviando remesas a una España que se desangraba. Seguramente asociado con aquellos recuerdos surge su interés por el conflicto . Estas inquietudes quedan plasmadas en su novela “Heridas de Guerra” editada en 2012 y que retomará marginalmente en “Goyo” (novela inédita).

Cursó el secundario en el Comercial de Temperley. Luego continúo sus estudios en la Universidad de Buenos Aires. Su primera elección recayó en la carrera de contador público nacional. Cabe recordar que aún no se había oficializado la Licenciatura en Economía Política. La carrera como tal se formalizó en 1958 comenzándose a cursar al año siguiente. Esta novedad académica más un plan de equivalencias, produjo que algunos aspirantes a contador emigrasen hacia la economía política. Este fue el caso de Héctor Luis Diéguez, Miguel Sidrauski, Héctor Valle, Adrián Gusarri y Alberto Barbeito. Julio Olivera, José A. Gomariz y Cesar A. Piaña fueron algunos de los primeros profesores de la flamante licenciatura.

En 1954 Valle se afilió al Partido Socialista. Incluso viajó a Cuba en los primeros momentos de la revolución. Prontamente la carrera bancaria quedaría trunca para Valle. La mítica huelga de los bancarios de 1959 encontrará a un joven Valle como integrante de la comisión interna del Banco di Napoli. Su posición irreductible e intransigente le costaría el puesto. Asimismo en 1961 representó a la juventud del Partido Socialista Argentino en la Conferencia de la OEA de punta del Este. La comitiva estuvo integrada también por Otto César Vargas, representante de la Federación Juvenil del Partido Comunista. Si bien Valle no alcanzó a ser parte del Partido Socialista Argentino de Vanguardia, génesis de Vanguardia Comunista, si militó un tiempo con Elías Semán, uno de sus fundadores. Sin embargo el carácter caótico del Partido Socialista fue alejándolo de la actividad partidaria.

Hacia 1962 redefiniría su bagaje intelectual alineándose al desarrollismo y optando por una economía “de lo posible”. En este sentido la economía del desarrollo era una posibilidad cierta y palpable a la luz de las experiencias de programación económica de posguerra. Héctor Valle culmina las materias para licenciarse en Economía Política en diciembre de 1964 donde profundiza su estudio de los economistas clásicos (Smith, Ricardo y Marx). De allí su apatía y rechazo hacia los filósofos y economistas neoliberales.

Planificación

En 1962 es convocado por el general industrialista Juan Enrique Guglielmelli para la Conade (Consejo Nacional de Desarrollo) quien lo vincula con Osvaldo Trocca y Rogelio Frigerio. Con este último cultivó una relación estrecha que se fue solidificando con la participación de Valle en Clarín bajo el seudónimo Cesar Grijalva. En aquella etapa Clarín era un cuasi órgano de difusión del programa desarrollista. Paulatinamente Valle iba insertándose en la esfera intelectual desarrollista. Tanto es así que es invitado a participar de una selecta mesa de discusión llamada la “Usina” donde se sostenían profundos debates. 

En el ámbito de Conade Valle hallará una estructura institucional orientada hacia una economía con capacidad de transformar la realidad económica. El primer cargo que ocupó desde enero 1962 a mediados de 1967 fue el de Jefe de sector “Siderurgia”. Con el correr de los años, Valle se convirtió en ícono y sinónimo de aquella agencia gubernamental. Poco después de recibirse, Valle continúo su formación en el exterior. El primer destino fue Chile en 1965. Su estancia se extendió hasta 1966 en el marco de una especialización en el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social organismo que integra la Cepal.

Derrocado Illia, la dictadura de Onganía separaría a técnicos de Conade. Valle, entre otros, fue víctima de esta purga por ser considerado “peligroso” y “subversivo”. Luego de un paso por la consultoría privada recupera su puesto en Conade con un rango más alto, el de Jefe de Departamento Industria. Allí se desempeño entre 1969 y 1970. De septiembre de 1970 a diciembre de 1977 se convierte en Director de Planeamiento Global, siempre en la órbita Conade.

En 1971 Valle encara su segunda incursión académica en el exterior. En esta oportunidad desembarcaría en la Universidad de Grenoble (Francia) institución reconocida por su visión progresista para cursar una especialización en "Problemas del Desarrollo Económico y Comercio Exterior". La elección de Grenoble se debía a una vocación de búsqueda quizá vinculada a sus comienzos en el socialismo.  Recalar en Grenoble era toda una declaración de principios. No era Chicago donde en general llegaban los estudiantes o egresados argentinos más adeptos a posturas liberales. Es más, en Grenoble va gestándose lo que será bautizada como Escuela de la Regulación inspirada en los lineamientos de Marx, Kalecki y Keynes.

FIDE

La tercera experiencia en el exterior estuvo relacionada con misiones en el marco de Cepal. “Empujado” en 1976 por las condiciones políticas argentinas incursionó en Brasil y Ecuador. En un reportaje afirmó que “en 1976 me fui de Argentina porque sabía que me iban a agarrar por mi militancia socialista en los sesenta”. Entre 1976 y 1977 también se desempeñó como consultor de Naciones Unidas abocándose a la elaboración de planes de desarrollo para los estados de Minas Gerais y Bahía.

El 1978 será para Valle un mojón en su historia personal. Aquel año comenzara a construir junto a Rogelio Frigerio la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) hoy encabezada por Mercedes Marcó del Pont . Su órgano de difusión que aún subsiste es la clásica revista "Coyuntura y Desarrollo". Visto en retrospectiva, la fundación se convirtió en punta de lanza del ideario desarrollista y una referencia obligada para el pensamiento heterodoxo.

Enumerar sus cargos públicos puede llevarnos varias carillas. Entre otros puestos, y en virtud de la alianza del peronismo con el desarrollismo, fue secretario de programación económica en el primer año de la presidencia de Menem. Luego fue titular del Indec hasta que fricciones con Cavallo lo alejó de la función pública. Miembro fundador del Plan Fénix, entre 2004 y 2012 es nombrado presidente del Fondo Nacional de las Artes. Su último paso por la gestión se produce cuando es designado como director de YPF bajo el kircherismo.

Hacedor

A modo de corolario podríamos decir que Héctor Valle fue un hacedor de política económica siempre imbuido en el desarrollismo y sus tensiones. Criticó y debatió con la ortodoxia al tiempo que reflexionó sobre las alternativas desarrollistas cuando la planificación había alcanzado su pináculo y más aun cuando estas fueron condenadas al olvido al calor del neoliberalismo. El objetivo no era para nada sencillo: encarar una senda de crecimiento económico con equidad distributiva.

 

En síntesis, Valle fue más que un economista. Debemos considerarlo como un intelectual del desarrollo. Categoría que engloba la esfera de funcionario, técnico, académico y docente . En definitiva, alejado de los economistas vulgares, supo lucidamente señalar hacia donde debían apuntar los cañones de la heterodoxia económica y sobre todo, enarbolar el pensamiento crítico como eje de la cultura.

* Licenciado en Comercio Internacional, Universidad Nacional de Quilmes (UNQ); magister en Historia Económica y de las Políticas Económicas, Universidad de Buenos Aires (UBA); doctorando en Desarrollo Económico, Universidad Nacional de Quilmes. Miembro del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).