Las políticas neoliberales de Cambiemos son antipopulares porque responden a las necesidades del capital financiero transnacional. De 2016 a 2019, se asiste a un proceso desnacionalizador en todas las esferas. Desregulación de las cuentas corriente y capital. Endeudamiento externo destinado a actividades que no generan capacidad de repago; en esencia, a fuga de capitales. Desnacionalización de las decisiones soberanas por revincularse al FMI. Política monetaria subordinada a la especulación financiera por lo que la rentabilidad financiera es mayor que la industrial y la comercial, generando desindustrialización, desempleo y reducción del mercado interno. Disminución del 50 por ciento del salario en dólares y más del 20 por ciento del poder adquisitivo en pesos. Duplicación del desempleo , situado en 10,1 por ciento en el primer trimestre de 2019. Concentración del ingreso. Desnacionalización de atributos judiciales para resolver diferendos y paulatina desnacionalización de la justicia.

El oficialismo propone una serie de medidas para profundizar el modelo. Modificación de la Carta Orgánica del Banco Central para que, entre otros cambios, pueda contar con directores que no sean de nacionalidad argentina (extranjeros). Reforma laboral (flexibilización). Reforma previsional (disminución de los haberes y elevación de la edad jubilatoria). Concreción de Tratados de Libre Comercio con la Unión Europea y Estados Unidos , economías de mayor productividad, volumen de producción y extensión de mercados, para realizar transacciones sin aranceles. Modificaciones en el Poder Judicial.

Neoliberalismo

En 1976, Hayek, uno de los teóricos del neoliberalismo, escribió un libro de título unívoco: La desnacionalización del dinero. Allí se cuestiona a los dineros nacionales, al igual que al carácter nacional de los bancos centrales. El monetarismo es la corriente que responde a la necesidad del capital de valorizarse principalmente de forma financiera. El capital financiero transnacional necesita el control de la masa de dinero mundial, la emisión de dineros locales, los tipos de cambio, las tasas de interés, las transacciones bancarias y bursátiles, los presupuestos de los estados nacionales y el destino de éstos, el manejo de las fuentes de información y los medios de comunicación. Y, por supuesto, el control de la economía real.

Alcanzado cierto nivel de acumulación, la Nación y su mercado interno presentan trabas a la valorización de los capitales de mayor magnitud, que requieren ampliar de manera constante su radio de acción. El pensador cubano Rubén Zardoya afirmó que la “globalización neoliberal” es un proceso de transnacionalización y desnacionalización conducido por y para la acumulación de capitales financieros, monopolistas y que funcionan en dinero mundial.

Proyecto nacional

No existe Nación sin pueblo, constituido por diversos sectores, como pequeños y medianos comercios e industrias, generadoras de al menos el 70 por ciento del empleo, y principalmente por trabajadoras y trabajadores. Tampoco es concebible una Nación sin un Estado activo y rector, que tienda a ensanchar su espacio económico y complementarlo, que en el caso argentino refiere a la integración latinoamericana y las relaciones sur-sur.

En esta encrucijada, fugadores del “círculo rojo” y sectores de la SRA y la UIA, festejan la posibilidad de acuerdos de libre comercio con la Unión Europea aunque desaparezcan sectores de la economía nacional. Competitivo a nivel mundial, el holding Techint -que tiene empresas en más de 45 naciones y sede en Luxemburgo tras localizarse en las Islas Caimán- anunció que su empresa Tenaris, el mayor productor mundial de tubos de acero sin costura para la industria petrolera, dejará de cotizar en la bolsa local , mientras su empresa Tecpetrol disputa la magnitud de subsidios que obtendrá del Estado argentino por la extracción de combustible en Vaca Muerta. 

El pasado 26 de marzo, Macri aseguró: “Si ganamos, vamos a ir en la misma dirección, pero más rápido”. Desnacionalización o proyecto nacional necesariamente anti neoliberal y popular: esta es la cuestión de las elecciones PASO en agosto y de primera vuelta de octubre de 2019.

 

* Economista UBA-UNDAV e integrante de Economía Política para la Argentina (EPPA).