Por Estefanía Santoro
Desde hace casi dos meses M. https://www.pagina12.com.ar/195561-por-la-linea-mas-fina está internada en el Hospital Zonal de Bariloche Román Castillo, acusada de haber cometido un infanticidio por la fiscal Betiana Cendón sin más pruebas que un allanamiento sin orden judicial y sin atender a la violencia machista sistemática que sufría la joven de 18 por parte de su pareja. M fue criminalizada desde el instante mismo en que llegó a pedir ayuda, la fiscal dio parte a medios locales y la condena fue título antes que fallo judicial. Y a medida que su causa avanza, las condiciones de su detención empeoran.
La jueza Romina Martini, a cargo de la causa, declaró nulo el procedimiento realizado por Cendón y resolvió aplicar la perspectiva de género en los próximos pasos de esta causa al mismo tiempo que desechó el pedido de la fiscalía --a cargo de Cendón, Marcos Sosa Luckman como adjunto y Martín Lozada como fiscal general-- de imputar a M. e indicó que permanezca en el hospital recibiendo tratamiento con custodia para preservar su salud. Esas actuaciones, lamentablemente, fueron impugnadas en la última semana.
Uno de los actores fundamentales para que esto suceda es una asociación civil de San Isidro --Provincia de Buenos Aires—que fue aceptada como querellante en esta causa que se sigue en Río Negro. Se trata del Equipo de Prevención del Abuso y Maltrato en Menores (EPAMM), que posee vínculos directos con la Iglesia Católica y que fue convocada por la propia fiscal Cendón. EPAMM es conocida por premiar a Mariana Rodriguez Varela, la famosa mujer del “bebito”, hija del abogado del dictador Rafael Videla en una causa sobre apropiación de bebés durante la dictadura.
El abogado defensor de M, Marcos Cicciarello rechazó esa decisión sobre la querella y argumentó: “El Poder Judicial no puede permitir que participe una asociación con un acento totalmente ideológico con un juicio punitivo y antiderechos. Esta organización presentándose como querellante en esta causa contradice su propio estatuto, el cual señala que todas las actividades que realizan son de prevención de maltrato y abuso infantil pero no de castigo. Es una asociación que se creó para actuar antes, para prevenir no para castigar”.
La nulidad por parte de la jueza Martini del procedimiento de la fiscal, que da por hecho que la criatura encontrada en el allanamiento ilegal a la casa de M nació con vida y que ella es la única responsable de su muerte, su detención en un calabozo cuando aún estaba en recuperación -tuvieron que devolverla de urgencia al hospital- y el desconocimiento de la situación de violencia que padecía fue impugnado por Betina Cendón, “Tampoco podemos incorporar a todos los casos la perspectiva de género", dijo al portal Bariloche2000, y lo cierto es que tuvo éxito.
El martes pasado, el mismo día de la impugnación, Cendón contó con una ayuda extrajudicial para sus argumentos: las paredes del Juzgado Provincial de Río Negro amanecieron plagadas de afiches con la cara de M. con la palabra “asesina” y al lado una imagen de un ángel --que corresponde a un emblema que acostumbran a usar lxs antiderechos--. Frente a estas expresiones de violencia, desde la Red de apoyo a M, integrada por un grupo de feministas de Bariloche que se organizaron para acompañar a la joven, denunciaron: “Consideramos que esto es responsabilidad del accionar estigmatizador y odiante de la fiscala Betiana Cendón y el medio hegemónico y misógino Bariloche2000 que integra el Grupo Clarín”.
Durante la audiencia para analizar la impugnación a la jueza Martini, los abogados Lucas Jankovic y Alejandro --en representación de EPAMM--; lxs fiscales Cendón, Luckman y Lozada volvieron a exponer su perspectiva judicial patriarcal revictimizando a M. e incurriendo en declaraciones falsas. Fuentes que presenciaron la audiencia aseguraron: “Negativizaron y buscaron quebrar a la familia de M, presentándola como conflictiva, mientras presentaron al violento y su familia como amigables y colaboradores, continúan incurriendo en delitos para montar una causa.”
Bernardo Campana, finalmente, revocó la nulidad del allanamiento realizado sin orden judicial por la fiscal Cendón y dio lugar a la impugnación pedida por la fiscalía de lo actuado por Martini. Desde ese día, hoy hace siete, el calvario que vive M. se agravó: las oficiales encargadas de su custodia la hostigan verbalmente y permanecen en la sala durante los horarios de visita, violando la privacidad de la joven, como si estuviera en un penal. Recién luego de la feria judicial se abrirá una investigación donde se hará lugar a la formulación de los cargos por los que será procesada, mientras seguirá sin poder ver a su hijo de dos años de quien fue apartada desde que comenzó todo.
La semana pasada Stella Manzano, especialista en Tocoginecología y Medicina Legal, y médica del fallo F.A.L denunció: “Miembros de la secta del Opus Dei, están activos en Bariloche, intentando transformar los hospitales en centros de persecución y tortura. Impulsan la violación del secreto médico, denuncian a las personas que acuden al hospital para salvar su vida y terminan presas porque los médicos las denuncian. Es bien triste cuando las médicas y médicos nos olvidamos que estamos para curar a las personas, no para juzgarlas ni condenarlas. Si la gente teme ir al hospital porque teme terminar presa, la gente muere, y nosotres fallamos en nuestra labor. Para perseguir están les fiscales y la policía, no nosotres”.
Y esto fue lo que pasó con M. El problema es cuando lxs propios funcionarixs de la Justicia colaboran con “esas sectas” y son lxs reproductores del régimen patriarcal. M. no quería un embarazo y si cualquier persona con posibilidad de gestar no correría el riesgo de ser criminalizada por acceder a un aborto, sin duda alguna, hoy no estaríamos hablando de M, tampoco hubiéramos conocido a Belén, la joven tucumana que pasó dos años privada de su libertad acusada injustamente de “aborto seguido de presunto homicidio”, ni nunca se habría hablado de Yanina Faríaz, recientemente liberada pero quien estuvo dos años presa por “no haber cuidado lo suficiente” de su hija, cuando ella también fue una víctima del verdadero asesino. La Justicia será feminista o no será.