Las mujeres de las tres centrales obreras marcharán juntas por primera vez el próximo 8 de marzo, en el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Se trata del acuerdo político de unidad al que llegaron la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, en el marco de la convocatoria al histórico paro internacional de mujeres promovido en el país desde el Colectivo Ni Una Menos en articulación con numerosas agrupaciones, organizaciones y activistas autoconvocadas. La medida de fuerza, que se replicará en países latinoamericanos, de Europa, Asia y en Estados Unidos, busca denunciar en la Argentina la desigualdad histórica de las mujeres en la sociedad y sus múltiples consecuencias: desde las violencias machistas –y su expresión más extrema, los femicidios– hasta las muertes por abortos inseguros, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que recae mayoritariamente sobre sus espaldas, la brecha salarial en relación a los sueldos masculinos y la precarización laboral. Cada sindicato está definiendo su modalidad de adhesión: desde cese de actividades a partir del mediodía hasta asambleas en los lugares de trabajo, radios abiertas y ruidazos.
También se están acordando las demandas concretas que van más allá de la agenda vinculada a la problemática de las violencias machistas y que ponen eje en cuestiones laborales fundamentales como vacantes universales en jardines maternales, ampliación de licencias por maternidad y paternidad, salarios para víctimas de violencia de género, licencias por violencia de género, igual salario por igual trabajo, no a la suba de la edad jubilatoria, reapertura de la moratoria para las amas de casa, entre otros reclamos.
En diálogo con PáginaI12, la secretaria de Derechos Humanos de la Asociación Bancaria, Claudia Ormaechea, adelantó la adhesión a la huelga de mujeres, con un cese de actividades de las empleadas en cada sucursal del país entre las 12 y las 13. “Vamos a hacer notar nuestra participación al paro internacional de mujeres”, señaló la gremialista. Pero además, en los próximos días el sindicato bancario –alineado dentro de la CGT en la Corriente Sindical Federal– lanzará una campaña dirigida a los clientes de los bancos para concientizarlos sobre la problemática de la violencia machista. “Como organización sindical somos parte de una sociedad y tenemos que contribuir a enfrentar el flagelo de la violencia de género y su expresión más extrema, que son los femicidios. Estamos trabajando no solo contra la violencia laboral. Participamos y nos consideramos parte del colectivo Ni Una Menos”, agregó Ormaechea. También la Conadu, que agrupa a docentes universitarios en todo el país y está dentro de la CTA de los Trabajadores, resolvió ayer en un plenario de secretarios y secretarias generales la suspensión de actividades a partir de las 13 “para que puedan participar compañeras y compañeros también”, precisó a este diario Yamile Socolovsky, secretaria de Relaciones Internacionales del sindicato. “Hemos acordado adherir al paro del 8M y convocar a los sindicatos de base de Conadu presentes en cada universidad del país a realizar acciones de visibilización sobre la problemática de la violencia contra las mujeres y las condiciones de trabajo de las mujeres y sumarnos a las movilizaciones que se realicen en cada ciudad. Y por supuesto, a la marcha a la Plaza de Mayo. También lanzaremos una campaña gráfica”, detalló Socolovsky. El gremio de AGTSyP, más conocido como de los metrodelegados, también ya resolvió la adhesión a la huelga de mujeres, aunque todavía no definió si el cese de actividades se extenderá por dos o tres horas. “Lo vamos a acordar el 23 en asamblea. La idea es hacer también intervenciones en las cabeceras de cada línea”, indicó a PáginaI12 Karina Nicoletta, secretaria de género del sindicato y conductora de la Línea A del subte. Tania D’Andrea, de la comisión de Género del Sindicato de Trabajadores Judiciales (SiTraJu Caba), integrante de la Corriente Federal de Trabajadores, señaló que están debatiendo la modalidad de adhesión. “Es muy importante recuperar la fecha del 8 de marzo como un día de reinvidicación de las mujeres trabajadoras, en un contexto de políticas neoliberales, con recorte de programas como el de salud sexual y reproductiva y de ajuste y despidos”, apuntó.
El acuerdo entre las centrales sindicales para participar en las movilización del 8M llega dos semanas después de que, en un hecho inédito, 200 mujeres de todas las tendencias de la oposición coincidieran en una asamblea en un fuerte reclamo a que la CGT y las dos CTA apoyen la medida de fuerza que se realizará en treinta países. Sin embargo, hay matices que las diferencian. Las secretaria de Género de la CGT, Noel Ruiz, y de la CTA Autónoma, Alejandra Angriman, no acuerdan con el llamado a un “paro” porque lo consideran un “instrumento sindical” y prefieren hablar de una jornada de lucha. A diferencia de la CTA de los Trabajadores, que ya resolvió en plenaria nacional días atrás sumarse a la huelga y cuya secretaria de Género, Estela Díaz, fue la primera en pronunciarse a favor del llamamiento lanzado desde el Colectivo Ni Una Menos. La idea es reconocer modalidades múltiples para que los distintos sectores puedan participar.
“Estamos frente a un gobierno que viene quitando derechos. Hoy las mujeres que viven violencia están peor condiciones para defenderse, para construir autonomía, porque las mujeres están siendo despedidas, suspendidas, precarizadas, se están atacando sus instrumentos como las paritarias y la negociación colectiva y son ellas las que más sufren el debilitamiento de las políticas públicas, de los programas de salud, el vaciamiento del Programa Nacional de Educación Sexual, una herramienta central para prevenir la violencia contra las mujeres”, resumió Díaz, secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores.