Dos carreros-botelleros, de 24 y 30 años, fueron detenidos por la Policía Bonaerense por robar unas palomas que le llevaban a su familia para comer. Todo ocurrió en Monte Grande, Esteban Echeverría, el jueves a la noche y marca la hecatombe social en la que vive una parte del conurbano bonaerense. Quien se encontró con ese dramático caso fue el fiscal Andrés Devoto y esto es parte de lo que declaró uno de los cartoneros: "que está atravesando una muy mala situación económica, motivo por el cual ingresó al domicilio de la víctima junto a J. R. a sustraer las palomas, con el único fin de poder darle de comer a su familia" Y detalló "que es el único sostén de familia de su núcleo familiar, el cual está compuesto por su mujer, quien actualmente también se encuentra sin trabajo, y sus dos hijos, de tres y un año de edad. Que quiere dejar asentado que el trabajo que hacen con José Riveros con el carro, le da muy poca plata, haciendo en general no más de 500 pesos para repartir entre los dos por día". Del otro lado, el denunciante, jubilado, dueño de las palomas, gana 700 pesos por día. El fiscal pidió la libertad y la restitución del carro, tirado por un caballo.
El llamado al 911 se produjo cerca de las 20 del jueves. No está claro si un vecino o el propio jubilado denunciaban que dos personas habían ingresado al fondo de la vivienda de Monte Grande y se estaban llevando una bolsa con palomas. La Bonaerense dispuso un operativo y detuvo a los dos carreros en la puerta de la casa, con la bolsa en su poder. Por supuesto, J.R. y E.E. no tenían, ni remotamente, dinero para pagar a un abogado particular, por lo que intervino un defensor oficial. Lo habitual es que los detenidos no declaren, pero esta vez ambos aceptaron contar lo ocurrido.
E.E. es el que tiene dos hijos y relató además que su padre también trabaja con un carro, por lo tanto igualmente consigue apenas unos 250 pesos por día.
J.R. declaró "que ingresaron al lugar para llevarse las palomas por su actual situación económica, ya que no tiene ingresos económicos para comprar comida, y su única ocupación actual es la de juntar objetos con el carro en la calle. Que vive junto a su padre de 72 años y su madre, que no recuerda la edad, pero sabe que tiene más de 50 años. Que es amigo de E. E. desde la infancia y su amigo también está pasando por la misma situación económica. Que tanto el padre del deponente como el de E. también trabajan con el carro. Que el dicente quiere dejar asentado que la única intención de querer sustraer las palomas era solamente para poder comer. Preguntado por la Defensa a instancias de la Fiscalía cuanto es el monto diario que recaudan trabajando con el carro, el dicente refiere que no más de 500 pesos en efectivo, que reparten entre los dos. Que muy pocas veces recaudan un poco más cuando lo llaman directamente de una casa". J.R. tiene un antecedente de robo. Salió de la cárcel hace tres años, algo que le contó al fiscal. Pero le dijo: "ahora tengo una nena, no volví a robar".
E.E. y J.R. estuvieron detenidos toda la noche del jueves y, tras la intervención del fiscal Devoto, recuperaron la libertad en la mañana de este viernes. La causa no se termina aquí aunque todo indica que terminarán absueltos por "estado de necesidad".