El fiscal Miguel Moreno investiga como dos hechos vinculados, el asesinato sicario de Carlos "Patito" Señuque en Pichincha, y el doble crimen a la salida del pool de zona sur, donde murió Gustavo Candia, sobrino de Lorena Verdún, la primera esposa del también asesinado Claudio "Pájaro" Cantero. Más allá de que en este último caso también se habló de una pelea dentro de "Pool 8" las sospechas más fundadas apuntan a un nuevo capítulo de la guerra de Esteban Alvarado con la familia fuerte del barrio La Granada. La policía busca una camioneta blanca en la que viajaban dos personas que ametrallaron al grupo: a Candia el tiro decisivo le atravesó el cráneo, mientras a la adolescente Tiziana López la mató un proyectil en el pecho. Otras tres chicas de entre 17 y 18 años recibieron balazos pero salvaron sus vidas. Desperdigados sobre el pavimento y la vereda la Policía Científica recogió las cápsulas de al menos 17 proyectiles.La ligazón del caso no parece menor: Lorena Verdún se llegó hasta la comisaría 21 donde estaba el Peugeot 306 negro, cerca del cual fue ultimado Candia con una ráfaga de metralla, al lado de Tiziana López, de 15 años, con quien estaba en ese momento.

La patente del vehículo LBM 671, en el que había llegado Candia al lugar donde lo mataron, fue trasladado a la seccional de Arijón y Santiago para iniciar pericias. Hasta allí llegó la madre de los tres hijos del Pájaro Cantero, quien pedía que le permitieran llevarse el auto de Candia. El auto tenía una tarjeta azul a nombre de Cristofer Demetrio, un familiar de Colián Miguel, comerciante gitano que fuera víctima de un secuestro extorsivo.

Candia tenía su domicilio en Padre Giaccone al 1800, a una cuadra de Batlle y Ordóñez e Italia. Se le constató un antecedente delictivo por portación de arma de guerra, un tipo de ilícito que llama la atención porque, aunque no haya hechos más graves, la tenencia ilegal de un arma poderosa suele sugerir lazos con el mundo del delito. Fuentes de la causa señalaron que Candia tenía en el cuerpo una vieja bala de calibre 38 de un episodio previo. Es decir que lo habían baleado antes del ataque que lo mató. Curiosamente cuando se abrió el vehículo se encontró una bala calibre 380 y marihuana compactada para consumo personal.

El sanguinario ataque del domingo se alinea en cadena con el asesinato mafioso en Pichincha de Señuque el viernes a las 7.15. Este  hombre de 41 años oriundo de Tío Rolo, en la zona sur, estaba ligado a actividad en boliches y mencionado en pesquisas de drogas. Fue ejecutado con al menos ocho disparos cuando llegó en su Renault Laguna al edificio donde alquilaba, en Brown al 2800. También se lo conecta con Los Monos.

El homicidio de Brown al 2800 es investigado como un ajuste de cuentas entre las dos organizaciones a partir de indicios encontrados en el departamento de la víctima. Entre ellos, que era de alquiler temporario y el hombre que figura como locatario es un connotado miembro de la familia Maradona, un clan ligado a la vida delictiva en jurisdicción de la seccional 19, en el sudoeste rosarino, históricamente ligada a Los Monos. Una de las líneas investigativas es que el ataque provino del bando rival, cuyo líder se encuentra detenido e imputado por un asesinato y balaceras contra miembros del Poder Judicial. Además, en el interior del domicilio de Señuque se encontró cocaína, marihuana, dólares, euros y pesos argentinos.

Un tercer caso de esta seguidilla es el homicidio de Brian Leiva, un chico de 18 años asesinado hace un mes en un after de Arijón y Moreno, es decir, a una cuadra del escenario del atentado que el domingo se cobró dos vidas. Desde un Peugeot 208 le dispararon varias veces.