La noche del sábado pasado Nina Bo’nina Brown, memorable performer drag de la temporada 2017 del reality de RuPaul, hizo una transmisión en vivo a través de su IG. Allí filmaba la pantalla de su computadora personal en la que se reproducía una extraña comedia de 1991 que llegó a nuestro país bajo el nombre de “Nada más que problemas”. Mientras veíamos esto, Bonina no paraba de comentar la película protagonizada por una pelicorta Demi Moore que cae en una bizarra mansión habitada por un juez sádico con la cara podrida y dos bebés gigantes en pañales que no paran de acosarla. Claramente estábamos viviendo una búsqueda de referencias estéticas hecha y compartida en vivo por la Brown en su cuenta. Que no nos sorprenda entonces verla montade en un par de semanas con unos pañales similares a los de esos bebés.
Una drag en Disney
Recorriendo su IG notamos en Nina una fascinación fuerte por el mundo de las ficciones infantiles. Sin ir más lejos, su actual link en la biografía de su cuenta nos lleva a un video alojado en su canal de YouTube en el que hace un análisis profundo sobre los rumores de una nueva película: “La Sirenita” de Disney pero con personajes de color. El video pertenece a una categoría que la misma dueña del canal denonima “Rawview”, un juego de palabras intraducible que combina la palabra “crudo” con la palabra “reseña”, estaríamos frente a algo así como una crítica sin filtro. En el video ella aparece apenas un momento al comienzo, dándonos la bienvenida a su canal con una gran gorra del ratón Mickey para (luego de impostar una sonrisa cínica) decirnos: “Odio mi vida”. Luego de esta intro comienzan a mezclarse distintos materiales re-apropiados de la película en cuestión sobre los que hace distintos personajes con su voz en off, superponiendo opiniones actuadas, habladas y cantadas hasta más o menos la mitad del video en donde vuelve a aparecer advirtiendonos que con sus inminentes declaraciones perderá varios “fans” (las comillas las hace en el aire). El look que presenta en este momento del video es amenazante: dos rodetes al estilo princesa Leia pero un poco más altos, lentes de contacto color azul industrial, sombreado púrpura y un protector de orejas hecho de un peluche color rojo chillón con strasses prolijamente incrustados. Mira directo a la cámara, sin ser demasiado simpático lo que tiene para decirnos: “Vivimos en un mundo en el que si no vas con el rebaño, sos cancelado y tildado de mala persona.” Honestidad brutal.
También cobró un estreno reciente: Con un look increíble de león enojado posteó: “¿Alguien va a ir a ver El Rey León esta semana? Lo raro es que no estoy tan excitadx como sí lo he estado por otras películas parecidas, no sé si es porque los avances se ven bastante parecidos a un documental de Animal Planet (lol), de lo que estoy segurx es de que, sea como sea, Disney va a quedarse con mi dinero como siempre lo hace.” Si de exponer debilidades humanas se trata: bienvenides al mundo de Nina Bo'nina Brown.
Una drag y las verduras
Yendo un poco más profundo en su cuenta de IG llegamos a momentos en los que recuerda su pasado en el mega-popular programa de RuPaul. El posteo tiene forma de video y la propia Nina ironiza: “Esa noche Lady Gaga dijo que veía en mí una estrella pero nunca me llamó para trabaja en Nace una estrella.”
Cuando hablamos de tendencias, podemos ubicar a Nina en el grupo de performers drags que no se limitan a tomar solamente el mundo femenino como referencia para sus montajes. En su mundo la posthumanidad tiene un rol clave: frutas, verduras, personajes de ficciones infantiles y de terror, también extraterrestres conforman una lista que no agota la variedad de sus influencias a la hora de montarse.
Siguiendo con su fascinación con el mundo animal, vemos un posteo en el que el centro de la imagen lo ocupa un muy lindo (hay que decirlo) trasero de mono. Debajo de esa imagen podemos leer el siguiente remate: “¿Está mal que encuentre esto atractivo? Creo que incluso en el reino animal sería activx.”
Otra característica de semejante drag fuera de serie es la combinación del montaje real con la postproducción y el retoque digital en una amalgama muy confusa e inquietante. Un ejemplo descollante: aparece de pronto con su cabeza transformada en una orgía de lechugas capuchinas, y firma: “No dejen de comer sus verdes.”
Nina todo el tiempo hace gala de una sofisticación muy actual, en la cual la idea tradicional del glam pierde todo sentido para re-significarse en un acercamiento complejo a lo ordinario: un durazno, Bob Esponja o una lechuga pueden ser el puntapié para alejarnos un poquito (bastante) de nuestro opaco mundo real.