El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), no logró obtener los votos necesarios del Congreso para mantenerse en el poder. Todavía tiene un margen de 48 horas para pactar con Unidas Podemos (UP) antes de la próxima sesión del Congreso y de esa forma lograr la mayoría que lo lleve a la reelección.
Luego de tensas negociaciones con UP, a último momento, el partido de izquierda que lidera Pablo Iglesias decidió abstenerse, en un gesto que puede interpretarse como la voluntad de llegar a un acuerdo con Sánchez antes de la segunda y decisiva votación, que se llevará a cabo el jueves.
La candidatura del líder del PSOE recibió el voto favorable de 124 diputados, un número insuficiente ya que requería de una mayoría absoluta de 176 votos para ser elegido en esta primera sesión de “investidura”. Contó con el apoyo de la bancada completa de su partido y del único legislador del Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
En contra de su investidura votaron 170 diputados, los del conservador Partido Popular (PP), los liberales de Ciudadanos, el partido de extrema derecha Vox, y los independentistas catalanes, además de otros partidos pequeños.
Asimismo, hubo 52 abstenciones, la mayoría provenientes de Unidas Podemos y del Partido Nacionalista Vasco (PNV), dos bloques cuyo voto es indispensable para que Sánchez consiga la reelección.
En total votaron 346 de los 350 representantes del Congreso de los Diputados debido a la ausencia de los cuatro independentistas catalanes que están en prisión provisional en relación con el juicio en su contra por el fallido procesos de secesión de 2017.
Una prueba del afán negociador de UP fue el voto dado por Irene Montero, la vocera y "número dos del partido", que se encuentra con licencia por embarazo, y votó telemáticamente "no" a la investidura de Sánchez, sin poder cambiar el sentido del mismo en línea con su partido. "Esta mañana estábamos en el no y, finalmente, hemos cambiado nuestro voto y hemos votado abstención como un gesto para seguir facilitando las negociaciones, tal y como hemos venido haciendo en los últimos dos meses, en los que hemos hecho muchas renuncias", manifestó Ione Bellarra, vocera parlamentaria de UP.
Dentro de las tensas negociaciones entre el PSOE y UP, la vicepresidenta Carmen Calvo confirmó el ofrecimiento a Irene Montero de la vicepresidencia, con atribuciones en el área de infancia. Además entregarían a UP el Ministerio de Turismo y Deporte, donde tendrían competencias en el área de vivienda.
Pablo Iglesias (UP) calificó de “decorativos” estos ofrecimientos. "Usted pretende que digamos a los 3,7 millones de ciudadanos que nos votaron que su voto vale menos que el de los que han votado al PSOE. Somos una fuerza política modesta y joven, pero no nos vamos a dejar pisotear ni humillar por nadie", manifestó ayer en el Congreso español.
"El Partido Socialista (PSOE) debe moverse porque la gente vio con enorme esperanza que había una posibilidad de un gobierno de izquierdas y nadie entendería que no lo hubiera", agregó Bellarra, tras la primera votación de investidura fallida de Sánchez.
Las esperanzas del Presidente pasan porque las negociaciones que su partido mantiene con UP fructifiquen de cara a la votación del jueves por mayoría simple. Sánchez insistió hoy en que quiere gobernar con UP, aunque calificó de "imposibles" las exigencias de la fuerza de izquierda que lidera Pablo Iglesias, enfriando la posibilidad de un acuerdo.
"Sólo hay dos alternativas: que España tenga gobierno y avance, o que no lo tenga y se bloquee. La inmensa mayoría de los españoles quiere que el país avance", dijo el secretario general en el Congreso, Rafael Simancas del PSOE. Los socialistas convocaron para mañana una reunión, en la que previsiblemente se discutirá la marcha de las negociaciones para validar un hipotético acuerdo de coalición.
Varios pequeños partidos que hoy se abstuvieron habían señalado que no bloquearían a Sánchez si lograba cerrar un acuerdo para un Gobierno de coalición con UP. Entre ellos algunos partidos soberanistas vascos y catalanes que sin embargo criticaron a Sánchez por poner mayor empeño en lograr la abstención de la derecha que el apoyo de Unidas Podemos. Si el actual Presidente quiere ser investido el jueves, necesitará, como mínimo, convertir la abstención de Unidas Podemos en un "sí" y que ERC (catalanes republicanos independentistas) y el PNV (nacionalistas vascos) se abstengan.
Nunca antes había pasado en España que un aspirante a la presidencia del gobierno, que ganó las elecciones sin una mayoría absoluta, acudiera al debate de investidura sin un acuerdo cerrado para ser elegido.
El martes se dará la segunda sesión de investidura donde, a diferencia de hoy, el PSOE necesita de una mayoría simple (más votos afirmativos que negativos) para lograr retener la presidencia. Si no lo lograran, se abriría un periodo de incertidumbre. Algunas de las opciones que se barajan podría ser la realización de una nueva votación de investidura, o el llamado a elecciones para noviembre.