“Cuando una comunidad es privada de su tierra, hay una pérdida visible: de propiedad y de sustento. Pero también hay otras pérdidas, más profundas e intangibles, que posiblemente sean más valiosas: la pérdida de su cultura, de su mitología, de sus sistemas de conocimiento, de su identidad. Esto es lo que está sucediendo en Lama Punji, un pequeño pueblo khasi de 40 familias ubicado en la frontera de India y Bangladesh”, denuncia la fotógrafa y realizadora Aishwarya Arumbakkam (1988), que al tópico dedica su celebrada serie Ka Dingiei. Serie en la que opta la artista por un estilo poético y alegórico, inspirado en la antigua creencia khasi de que la naturaleza está intrínsecamente vinculada a lo divino, y destruirla podría romper el lazo sacro. “Si bien creo que la fotografía documental es importante, no es la voz con la que elijo expresarme personalmente. Mi interés está en las historias que ellos y ellas cuentan sobre su pasado, presente y futuro, abordadas desde un enfoque menos factual”, explica la chica oriunda de Chennai, India, que visitó por primera vez Lama Punji en 2015, y desde entonces ha regresado en distintas oportunidades, registrando a su gente cada vez, para un trabajo que -según aclara- aún no ha concluido, sigue en curso.

Conmovida y comprometida, sobre la crítica situación del petit pueblo situado en el estado Meghalaya (“morada de las nubes” en sánscrito), precisa Aishwarya: “Desde 1998, el área que rodea a la comunidad ha estado sujeta a la destrucción a gran escala debido a la extracción de piedra y arena, y al aplastamiento de piedras. Como minoría, los khasi no tienen suficiente poder para combatir esta intrusión. Las políticas gubernamentales discriminatorias, las corporaciones con respaldo político y las lagunas legales aseguran que las minas sigan funcionando”. “Y la minería no solo está arrasando con sus tierras, sino también con su sentido del tiempo y cómo pasa; algo tan frágil, tan precioso. Creen que su hogar, tal como lo conocen, ya no existirá en cinco años…”, dice la fotógrafa, lógicamente inquietada, que entiende que hay una triste universalidad en la difícil realidad que atraviesan estas familias, en tanto -subraya Arumbakkam- “pueblos originarios de todo el mundo están siendo sometidos a la remoción de tierras, a la marginación. Ka Dingiei es un mero reflejo del momento actual, que a la vez funciona como un archivo de y para las personas de Lama Punji”.

 

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