La Plaza de Mayo se transformó en una gran feria de venta de alimentos, frutas y verduras durante este miércoles por la mañana. Pequeños productores y cooperativas se agruparon para vender sus productos al costo en lo que llamaron “Alimentazo”. La coincidencia con la apertura de la exposición en La Rural no fue casualidad. Fue organizado por el Foro Agrario para reclamar por los costos que afrontan los productores en el campo y los altos precios a los que los consumidores finalmente acceden a los alimentos en las ciudades.
El “Alimentazo” comenzó a las 11 de la mañana con más de 30 mil kilos de alimentos en venta, con productos llevados por organizaciones sociales de pequeños y medianos productores, campesinos, cooperativas, grupos ambientales y organizaciones gremiales del sector rural. Cuatro horas más tarde, se agotó toda la mercadería, salvo la yerba. Franco Segesso, de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) contó a PáginaI12 que la organización se realizó para que coincida con la apertura de la Exposición Rural en Palermo. “Es para mostrar que hay un campo desfavorecido”, aseguró. “Los pequeños productores producen más de la mitad de los alimentos frescos, pero sólo el 13 por ciento es el dueño de la tierra cultivable”, agregó.
En la gran verdulería establecida en Plaza de Mayo, las góndolas fueron los mismos cajones de verdura. Las frutas y verduras las vendían los mismos productores, que llegaron desde La Plata, Florencio Varela, Almirante Brown y la zona norte del Gran Buenos Aires, en Escobar, Mercedes, Luján y Exaltación de la Cruz. “Todo a 20 pesos” era la respuesta a las preguntas de las cientos de personas que averiguaban por los precios de venta. Acelga, espinaca, perejil, puerro, apio, coliflor, repollo, remolacha, calabaza y cuatro tomates costaban 20 pesos. También había promociones de tres paquetes de acelga a 50 pesos, dos de brócoli a 50 y tres zapallitos por 20. En el caso de las frutas, las bananas, mandarinas o limones, las cuatro unidades costaban 20 pesos y sino cada una por separado a 5. Lo que se agotó en menos de una hora fue la palta, al venderse 4 unidades a 20 pesos. En caso de que los productores no tuvieran cambio para devolver, entregaban más mercadería al consumidor. En los “verdurazos” organizados en los últimos años, la mercadería se regalaba. En esta ocasión, fue vendida al costo de producción. "Fue para demostrar que se puede vender más barato para que todos puedan acceder", agregó Segesso de la UTT.
Carolina Rodríguez, productora de acelga y lechuga de Colonia Urquiza, en La Plata, contó que los problemas más grandes que afrontan hoy en día son las subas de los insumos. “Nos aumentan las semillas, los alquileres de la tierra, la luz y con la nafta, también los tractores. El campo chico está olvidado”, manifestó. El Foro Agrario Soberano y Popular, constituido en julio del año pasado por miles de productores y cooperativas, llevó a cabo el “alimentazo” en La Plaza de Mayo y otras plazas de Misiones, Córdoba y Santiago del Estero. Piden que el Gobierno trabaje sobre 21 puntos, entre los que sobresalen: garantizar que toda la población acceda a alimentos a bajo costo, limitar la aplicación de agrotóxicos, priorizar el consumo interno, impedir la monopolización de las cadenas agroalimentarias, fijar precios para las cadenas de producción, establecer mercados locales para comercializar en forma directa entre el productor y el consumidor y descalzar los costos entre tarifas y combustibles respecto al dólar.
Los consumidores que asistieron a realizar compras en Plaza de Mayo celebraron este tipo de iniciativas. “Deberíamos tener ferias así en todos los barrios, cuando vi la noticia vine sin dudar”, aseguró Rosa Fernández, de 50 años, quien había asistido desde el barrio porteño de Flores. “Estos productos son baratos pero también ricos y sanos. Es nuestro derecho poder comer así”, agregó. Gastó 600 pesos y se llevó dos carros completos y seis bolsas, tanto para su familia como para la familia de su hijo. María Muro, de 59 años, fue otra de los cientos de personas que asistieron y celebraron los precios de venta. “Me compré cosas de las que me estuve privando últimamente por lo caro que estaban. En mi casa no nos alimentamos como antes”, agregó.
Además de frutas y verduras, también se vendía pan a 50 pesos el kilo y prepizzas a 25. Una cooperativa de Floresta, llamada la Superliga, vendió los 200 kilos de pan en menos de media hora. Además, una cooperativa de yerba de Oberá, en Misiones, ofrecía yerba orgánica a 60 pesos el medio kilo y a 110 el kilo. Carlos Biechteler, presidente de la cooperativa, dijo que lo que más dificulta su producción son las altas tasas de interés para financiarse. “Este gobierno se preocupa más por la timba financiera que por los trabajadores”, opinó.
También se vendían productos envasados como arroz a 35 pesos el kilo, aceite a 50 pesos el litro y harina a 23 pesos el kilo de triple cero. Eran de marcas llamadas Don Pepe, Liberno o Licsa, comercializadas por una cooperadora llamada Mercado de Consumo Popular. Eva Verde, de la cooperadora, aseguró que los dueños de esa marca no se molestaron luego de que esta semana estuviera en boca de todos la expresión “Pindonga y Cuchuflito”, que usó Cristina Kirchner para hacer referencia a marcas de poca calidad. “Nadie se fastidió. No lo tomamos como si nos estuvieran discriminando. No somos conocidos porque no tenemos la plata para posicionar la marca, pero los productos son buenos y de calidad”, detalló.