El ex titular del Ejército César Milani fue detenido en la provincia de La Rioja, luego de prestar declaración en la causa judicial que lo investiga como uno de los presuntos responsables del secuestro y las torturas contra Pedro Olivera, Ramón Alfredo Olivera y Verónica Matta, en 1977, durante la última dictadura militar.
Antes de la detención, la defensa del militar, a cargo de Gustavo Feldman, le había recomendado no responder las preguntas del tribunal "debido a que por los hechos que se le imputan no hay manera de que surjan nuevas preguntas". Según el abogado, el ex jefe del Ejército brindaría "explicación del contexto histórico y en particular sobre cuál era su conducta y sus funciones" y rebatiría "cuestiones que se pretenden semiprobadas (por la querella) en el expediente" y ofrecería "ampliar pruebas".
Ayer, la Cámara Federal de Casación Penal le rechazó a Milani un pedido de nulidad presentado por la defensa para no ser indagado al considerar que no estaban dadas las condiciones para plantear ese recurso.
Milani había sido denunciado por Ramón Olivera de haber participado en un allanamiento en el que fue secuestrado su padre, torturado en el Batallón de Ingenieros 141, donde el militar estaba destinado con el grado de teniente. Además, el denunciante aseguró que Milani “estuvo presente y lo hostilizó durante un interrogatorio en el que” él mismo intentó “infructuosamente denunciar que había sido torturado en su lugar de detención ilegal”. Olivera realizó una primera denuncia ante la Comisión Riojana de Derechos Humanos en 1984 y ratificó sus dichos en 2013 ante la Justicia.
Milani también está siendo investigado en una causa que se sigue en la provincia de Tucumán por la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo durante el Operativo Independencia. En el marco de esta causa, el ex jefe del Ejército había declarado el martes pasado en los tribunales de Retiro ante el juez federal N°2 de Tucumán, Fernando Poviña, quien lleva esa causa por “encubrimiento agravado y falsificación ideológica de instrumento público”.
Feldman sostuvo ese día que su defendido se declaró inocente y que afirmó no haber conocido al soldado desaparecido. Graciela Ledo, hermana del soldado desaparecido, se mostró desilusionada luego de la declaración porque su “mayor deseo” era que el acusado “quede detenido”.