Con el apoyo de organizaciones sociales, gremiales y humanitarias, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza denunció una serie de atentados, agresiones, robos y amenazas sufridos por sus integrantes, a partir del acompañamiento de denuncias contra la policía bonaerense y organismos del Estado. En diálogo con Página/12, Pablo Pimentel, referente de la APDH, dijo que las intimidaciones comenzaron en 2015, a partir de la denuncia por la aparición de restos óseos en el lugar donde la Municipalidad de Lanús construyó un nuevo puente que une la Capital Federal con ese partido. La persecución se incrementó a partir de la asistencia brindada a la familia del joven Gabriel Blanco, asesinado en la comisaría primera de Isidro Casanova. Por este caso, Pimentel fue acusado falsamente ante la justicia por "armar una causa" contra la policía.
El episodio más reciente, denunciado en conferencia de prensa, ocurrió el 9 de julio de este año, cuando fueron violentados los autos de dos militantes de la APDH que estaban estacionados en lugares distintos, uno en Laferrere y el otro en Villa Madero. "En los dos lugares había otros autos, de manera que si fuera un robo simple, podrían haber abiertos otros coches, pero sólo fueron los de dos compañeros, el mismo día y con iguales características", relató Pimentel. Les robaron las mochilas, una computadora y documentación de la APDH.
"Esto se sumó a una serie de situaciones que venimos viviendo, como dos robos en nuestra sede en el último mes". Todos los hechos fueron denunciados ante las fiscalías correspondientes, pero no se han producido avances en las investigaciones. "También denunciamos una serie de hechos intimidatorios, amenazas, agresiones con armas, golpes a a un compañero al que le rompieron la cabeza". Todo comenzó en 2015, cuando fueron agredidos dos integrantes del organismo, luego Pimentel fue amenazado y su hija perseguida cuando iba con su novio en una moto. "Un hombre le apuntó a la cabeza con una pistola 9 milímetros".
En 2015, la APDH de La Matanza acompañó la denuncia que hizo un grupo de docentes, ante la aparición de restos óseos en el lugar donde el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, había comenzado la construcción del nuevo puente sobre el Riachuelo, que ya fue inaugurado. "Nosotros pedimos una medida cautelar de no continuar con los trabajos, hasta que se investigara la presencia de esos restos", pero la obra siguió adelante. En el lugar había funcionado una fábrica militar donde se producían balas. "Tuvimos el testimonio de una persona que se había enganchado en la Armada y que nos dijo que allí se habían arrojado cuerpos de víctimas de la dictadura de 1976". Se hizo la denuncia judicial, pero luego se perdió todo contacto con el testigo, y los restos, según la Justicia Federal de Lomas de Zamora, "fueron derivados al Equipo Argentino de Atntropología Forense, pero nada se supo sobre la causa" y el puente se construyó. Luego de esa denuncia, en la puerta de la sede de la APDH, en la calle Esnaola, en San Justo, "nos dejaron una bolsa llena de balas de FAL".
En 2017, Pimentel fue amenazado luego de que hiciera declaraciones en contra de la versión oficial sobre la muerte de Santiago Maldonado y lo acusaron de "armar" la causa por el asesinato del chico Blanco a manos de policías. Las organizaciones que acompañaron a la APDH acordaron realizar, en fecha a determinar, una marcha para repudiar las amenazas.