Un preparador físico de un gimnasio de Mendoza al 4900 fue baleado en la cabeza la noche del martes, y fue declarado con muerte cerebral ayer en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Marcos Alejandro Guenchul, de 32 años, salió a las 21.50 de Progress Fitness Center, de Mendoza al 4936, cuando al doblar hacia el sur por calle Sucre recibió un disparo en la cabeza por parte de dos hombres que escaparon en auto. Durante el mediodía de ayer, luego de varias horas de agonía, anunciaron que su estado era terminal y sus familiares decidieron donar sus órganos.

Según fuentes policiales, minutos antes de las 22 Guenchul salió del local donde trabajaba en la práctica de entrenamiento funcional. Caminó hacia Sucre y a los 25 metros fue interceptado por dos hombres, uno de los cuales le disparó en la cabeza. Otro balazo impactó en la fachada de un edificio. Guenchul quedó tendido en la calle y a las 21.53 llegó el Comando. Una versión dice que los agresores huyeron en un auto negro.

A las 22.15, la víctima ingresó al Heca. El subdirector Germán Camiletti dio el parte médico, en diálogo con Canal 3. Dijo que el daño sufrido por la víctima era "muy grave". Ayer al mediodía se anunció que el joven tenía muerte cerebral y su familia decidió donar los órganos.

Quienes conocían a Marcos sospechan que "se resistió al robo" y luego

"lo corrieron" arma en mano. No le faltaba ninguna de sus pertenencias.

Fuentes oficiales no arriesgaron móviles para semejante agresión. A Marcos no le faltaban pertenencias, pero eso no descartan que lo hayan matado al intentar robarle. En la cuadra existen cámaras de seguridad que los investigadores peritan para determinar si arrojan imágenes.

Desde la noche, en las redes sociales se multiplicaban las cadenas de oración por el preparador físico. En el Heca, sus familiares y amigos estaban shockeados. Marcos, quien también se especializaba en nutrición, llevaba adelante junto aun colega el emprendimiento Progress Fitness Center, que amaneció con el cartel de "cerrado".

"Le tiraron porque sí, porque ya no importa nada", afirmó uno de los amigos de la víctima para desmentir rumores sobre un conflicto con su ex pareja como posible motivo de la agresión. El deportista tenía una pequeña hija y "se la rebuscaba" con changas además de trabajar en el gimnasio.

Mientras la Justicia trabajaba para establecer la razón del ataque contra Guelchun, quienes lo conocen sospechan que "se resistió al robo" y luego "lo corrieron" arma en mano. En el lugar donde se escucharon las detonaciones la policía corroboró que a la víctima no le habían quitado nada; allí encontraron su mochila y su campera.

En tanto un hecho sugestivo ocurrió rato después en cercanías del anterior episodio: la Policía detuvo en Carriego al 1200 a Miguel A., de 42 años, debido a que alrededor de la 0.50 personal del Comando Radioeléctrico fue comisionado a la zona por la presencia de un Peugeot oscuro con dos personas en el interior. Tras un patrullaje observaron que un hombre se encontraba parado en la puerta de una casa y notaron que tenía en su cintura, del lado derecho, un arma de fuego. Se le formó causa por portación de arma de fuego, porque "era un vecino que salió a ver que sucedió con un arma, no surgió vinculación con el homicidio".