"La primer propuesta es dar una batalla en favor de un gobierno de unión nacional, dar una batalla en contra de cualquiera que crea que el gobierno lo puede tomar y para siempre", subrayó ayer el candidato a presidente de Consenso Federal, Roberto Lavagna, en una recorrida de campaña por Rosario. Acompañado por el gobernador Miguel Lifschitz y el primer candidato a diputado nacional, Enrique Estévez, el ex ministro de Economía pidió "cambiar comportamientos políticos" para evitar la polarización ya que eso implica "un deterioro para la democracia". En su exposición ante empresarios, bajo el título "Claves para el futuro de la Argentina, Economía, Producción e Innovación", Lavagna señaló que se deben implementar "dos medidas inmediatas relacionadas al consumo y a la inversión: Ponerle plata a los bolsillos de los argentinos y bajarles los impuestos a cero a las Pymes". El gobernador Lifschitz, señaló que "las Paso van a ser una primera encuesta, es una buena oportunidad para votar a conciencia".
Flanqueado por Lifschitz y Estévez, y luego de recorrer el Polo Tecnológico Rosario, Lavagna expuso y contestó preguntas en los Salones de Puerto Norte. En las primeras filas del auditorio estaban la mayoría de los integrantes del gabinete de Lisfchitz, la intendenta Mónica Fein, legisladores y referentes del empresariado. Ausente: Antonio Bonfatti.
"Estamos en Consenso Federal porque consideramos que es indispensable un proyecto de desarrollo alternativo para sacar el país de la crisis, llevamos ocho años de estancamiento, y además de la economía tenemos que pensar en lo social y en la institucionalidad", destacó Lifschitz, impulsor de la candidatura de Lavagna. La apuesta produjo una división en el socialismo luego de los dichos del diputado Eduardo Di Pollina, anticipando que un sector del partido no votará la fórmula por considerar que el candidato a vice, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien no vino a Rosario por problemas con los docentes en su provincia, es "una expresión de la derecha conservadora".
"Hay que ponerle plata a los bolsillos de los argentinos y bajarles
los impuestos a cero a las Pymes", propuso el candidato a Presidente.
Lavagna remarcó que la economía argentina lleva 32 trimestres estancada, y en los dos últimos años está caída. "Sin embargo pareciera que no pasa nada, que la sociedad argentina acepta una situación que es inusual en el mundo, esta economía no camina", apuntó y precisó que en la actualidad hay ocho millones de personas con problemas laborales.
El candidato consideró que "frente a la actitud de completo dominio de unos pocos, hay que avanzar en la idea de un gobierno de unión nacional. Puede parecer demasiado exagerada, pero no lo es. Cuando se produce la crisis del derrumbe de la convertibilidad, Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín se ponen de acuerdo en que la única salida es un gobierno de unión nacional".
"La pregunta es cómo hacemos para que la economía pueda arrancar. Hay dos medidas inmediatas que hay que tomar para el día uno: empezar a ponerle plata en los bolsillos a los argentinos, para devolverle parte de lo que le han sacado en los últimos dos años, una caída del salario real de entre el 16 y el 20 por ciento, y por otro lado, hay que bajarle los impuestos a las Pymes prácticamente a cero, hay una ley de 2005 que ya establecía un impuesto cero a las ganancias de las empresas que reinvirtieran y tomaran personal, hay que volver a hacerlo", agregó Lavagna.
Según el ex ministro de Economía, "si algo caracterizó los errores de los dos últimos gobiernos es que uno, el anterior, decidió que la política económica consistía en impulsar el consumo sin prestar atención a la producción, generando un proceso inflacionario después de varios años de estabilidad a partir de 2007. Y el actual, decidió que la economía iba a arrancar porque iba a haber lluvias de inversiones, y la lluvia fue para afuera porque acá no había rentabilidad".
Un empresario le preguntó si era necesaria una reforma laboral. "Sí o no según en qué contexto se va a hacer. Si a ustedes les bajaran un poco el costo de contratar personal, si les permitieran más flexibilidad para despedir, ¿ustedes tomarían gente ahora?, no. ¿Por qué van a tomar gente en una economía estancada?", respondió Lavagna, para luego dar el ejemplo de Vaca Muerta: "El gobierno de Neuquén y los sindicalistas se pusieron de acuerdo e hicieron una reforma laboral: el resultado fueron 30 mil puestos de trabajo".