La semana que comenzó con los faroles apuntando al inicio del Festival Barenboim en el Centro Cultural Kirchner, termina con una atractiva propuesta de música sinfónica y ópera en el Teatro Colón. Zubin Mehta, al frente de la Orquesta Filarmónica de Israel, iniciará mañana sábado a las 20 la serie de cuatro conciertos previstos para la etapa argentina de su gira por Sudamérica. En el primero tendrá como invitada a Martha Argerich, para interpretar el Concierto para piano en La menor Op. 54, de Robert Schumann, como parte del programa que se completa con obras de Ödön Pártos y Ludwig Van Beethoven.
Los tres restantes, sin Argerich pero con atractivos programas, tendrán lugar el domingo a las 17 y el lunes y martes a las 20. La temporada de ópera retoma hoy viernes a las 20 con la puesta en escena de Ariadna en Naxos, de Richard Strauss, con la soprano Carla Filipcic Holm y el tenor Gustavo López Manzitti como protagonistas. La dirección de escena es de Marcelo Lombardero y al frente de la orquesta estable estará Alejo Pérez.
El regreso de la Filarmónica de Israel al Colón despierta siempre expectativas. Pero esta vez presenta aditivos particulares. Por un lado, se anuncia como la última gira de Mehta al frente de la orquesta que dirigió por primera vez en 1961, cuando reemplazó a Eugene Ormandy. Será, además, el reencuentro del director con Martha Argerich. Entre ellos estará Schumann y una de las páginas más potentes de la literatura pianística del Romanticismo musical. Figuras cardinales de una época que posiblemente se recuerde como la del disco y la de la música como razón de estado, Mehta y Argerich transitaron, cada uno a su modo, los caminos más altos de la interpretación. El año pasado, en Tel Aviv. la pianista y el director se encontraron precisamente con este concierto de Schumann, y en setiembre volverán a actuar juntos en Milán y Turín, con el “Segundo” de Beethoven.
La serie de conciertos que son parte del ciclo “Intérpretes internacionales”, se prolongará, sin Argerich pero con programas atractivos. El domingo a las 17 el repertorio incluirá, además del Concertino para orquesta de cuerdas de Ödön Pártos, la Sinfonía nº3 en Re mayor de Franz Schubert y la Sinfonía fantástica Op. 14 de Hector Berlioz. El lunes, a las 20, se escucharán la Sinfonía nº 1 en Re mayor -“Titán”- de Gustav Mahler y la Sinfonía concertante de Franz Joseph Haydn. Mientras que el martes Mehta y su orquesta ofrecerán la Sinfonía nº6 en Fa mayor Op.68 -“Pastoral”- de Ludwig van Beethoven, el Concierto para flauta en Re mayor Op.283 de Carl Reinecke –con la participación del flautista Guy Eshed como solista– y La Valse de Maurice Ravel.
Concluirán en diciembre 58 años de estrecha relación entre Mehta y la Filarmónica de Israel, una orquesta que bajo su dirección logró instalarse entre las mejores y las más respetadas del mundo. A los 82 años, Mehta, que en 1969 fue nombrado director musical, en 1977 en director titular y en 1981 director vitalicio –con total apoyo de los músicos, después de pedidos oficiales de su renuncia por dirigir música de Wagner– deja su lugar. Lo sucederá en el cargo a partir de la próxima temporada Lahav Shani, director israelí de 30 años. El público de Buenos Aires tuvo una fugaz ocasión de escuchar a Shani en 2015, cuando, presentado por Daniel Barenboim interpretó al frente de la West-Eastern Divan Orchestra la obertura de Ruslán y Liudmila, de Mijail Glinka. “Recuerden este nombre, dará mucho que hablar”, dijo en la ocasión Barenboim.
Ariadna en Naxos es el cuarto título de esta temporada lírica del Colón. Carla Filipcic Holm, desdoblada en el papel de "Prima donna" y Ariadna, junto con Gustavo López Manzitti, dividiéndose entre "Tenor" y Bachus, encabezan un elenco del que también formarán parte Jennifer Holloway como el "Compositor”, Ekaterina Lekhina en el papel de Zerbinetta, Hernán Iturralde haciendo el "Maestro de música", Luciano Garay como Arlequín, Iván García como Truffaldino y Carlos Kaspar como Mayordomo. Además de Lombardeo y Pérez en la dirección escénica y musical respectivamente, la producción del Colón cuenta con la escenografía de Diego Silano –Noelia González Svoboda es la encargada de la reposición–, los vestuarios son de Luciana Gutman y la iluminación de José Luis Fioruccio.
Compuesta por Richard Strauss sobre un libreto de Hugo von Hofmannsthal, lo que hoy se conoce como Ariadna en Naxos se estrenó en octubre de 1916, como resultado de varias revisiones. La idea original es de 1911, cuando Hofmannsthal trabajó para la adaptación de Le bourgeois gentilhomme de Molière para el Deutsches Theater que dirigía Max Reinhardt. Strauss compuso la música de escena de la comedia que iba a llevar como remate una ópera seria de argumento mitológico: para eso Strauss compuso su Ariadna, pero la estrategia no funcionó. En 1916, por insistencia de Hofmannsthal, el compositor alemán elaboró el prólogo con varios momentos de la música de escena de la comedia de Molière y recuperó la ópera, sustancialmente sin cambios.
Realidad y ficción definen los polos de la acción dramática de Ariadna en Naxos. El efecto del teatro dentro del teatro, por entonces un camino menos transitado, impulsa cruces de tiempo, espacio, estilo, con sus atractivas discordias de situaciones y personajes. En el prólogo se extiende el retrato cáustico del mundo teatral y sus zarandeos: el personaje del compositor, rodeado de cantantes que interpretarán su obra, con todas las actitudes, disputas y neurosis de un estreno, enmarcan la representación de la ópera dentro de la ópera. Que propone la doble perspectiva entre la escena real y la mitológica, en la que los personajes, como en un juego de espejos, se desdoblan en dos imágenes de una misma identidad. Esta ambigüedad se multiplica: la mezcla de lo trágico con lo cómico está en la idea original de Hofmannsthal, del mismo modo que la síntesis entre géneros y estilos definen la música de Strauss. Ariadna en Naxos se repondrá el martes y el viernes 2 de agosto a las 20 y el domingo 4 a las 17.