En junio se registró un superávit comercial de 1061 millones de dólares, por encima del déficit de 322 millones del mismo mes del año pasado. La mejora estuvo relacionada al desempeño de las importaciones, que se desplomaron un 23,5 por ciento a causa de la caída de la actividad y del poder adquisitivo del salario. Se destacó la baja en el ingreso de bienes de capital, bienes intermedios y combustibles y lubricantes, rubros vinculados a la inversión privada. Por su parte, las exportaciones subieron un 1,9 por ciento a raíz de la mejora de la cosecha del agro y a pesar de la baja de precios. El intercambio comercial global (exportaciones más importaciones) disminuyó 11,2 por ciento en la comparación interanual. En el primer semestre, el ingreso de divisas por la vía comercial asciende a 5589 millones de dólares, cuando el año pasado mostraba un déficit de 4864 millones. El giro en el resultado comercial es la consecuencia de la crisis económica local, que reduce importaciones, junto a la mejora de la cosecha.

La suba del 1,9 por ciento de las exportaciones se explica por un avance del 13,5 por ciento en las cantidades que apenas superaron la caída del 10,2 por ciento en los precios. Entre los productos primarios se destacó la suba de las exportaciones de maíz en grano, que equivalió a una mejora de 137 millones de dólares. También avanzaron las ventas al exterior de trigo, tabaco, minerales de plata y sorgo. En cambio, bajaron los envíos de camarones y langostinos y minerales de cobre.

Entre las manufacturas de origen agropecuario, que tuvieron un diferencial positivo de 233 millones de dólares frente al año pasado, la mejora provino de los mayores despachos de aceite de soja en bruto, carne bovina y aceite de girasol en bruto. En cambio, hubo caídas en las exportaciones de leche entera y en polvo y harina y pellets de soja. A diferencia de productos primarios y manufacturas del agro, bajaron las exportaciones de manufacturas industriales, por las menores ventas de autos y biodiesel.

La caída del 23,5 por ciento en las importaciones de junio se explica tanto por la baja de las cantidades (-19 por ciento) como por el efecto precio (-5,6 por ciento). Las mayores caídas se verificaron en el ingreso de autos, gasoil, gas natural licuado, partes de motores, generadores, grupos electrógenos y porotos de soja. El rubro bienes de capital, ligado a la marcha de la inversión privada, tuvo una merma del 24,1 por ciento. Las importaciones acumulan en seis meses una merma del 27,9 por ciento.