El ex juez Luis Arias, uno de los precandidatos a la intendencia de La Plata por el Frente de Todos, denunció a través de Twitter la persecución que sufrió uno de sus compañeros de lista, Walter Sueiro, candidato a concejal suplente, quien fue visitado en su casa por cuatro personas de civil que le dijeron que se llevarían su celular y que debía acompañarlos a la Departamental.

“Frente a tamaña situación, se les pidió la identificación y orden judicial correspondiente y los presentes dijeron que eran empleados de la Fiscalía y que la orden judicial se la exhibirían en la DDI”, contó Arias. Ante los hechos, mientras la familia de Sueiro radicó la denuncia en una comisaría, el ex magistrado llamó al fiscal de turno, Álvaro Garganta.

Según su relato, Garganta le respondió que “la Fiscalía no realiza diligencias fuera del horario judicial", pero frente a su insistencia reconoció que "posiblemente hayan sido policías de civil”. ¿El motivo del procedimiento? “Walter envió un mensaje de WhatsApp a vendedores ambulantes, siendo agente de control urbano de la Municipalidad”. Garganta se comprometió a llamar a la DDI.

Poco después, Garganta llamó a Arias y le dijo que Sueiro ya estaba en libertad, y que se lo investigaba por “un posible delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público a partir de ese mensaje telefónico”.

Arias inquirió, entonces, cómo se habían enterado del mensaje y Garganta admitió “la posibilidad de una intervención telefónica a los manteros y vendedores ambulantes”.

La situación no parece ser un hecho aislado. “Esto ocurre sólo dos días después de haber detenido a otro integrante de la lista y a otros compañeros por haber grabado el abusivo accionar de la policía contra los manteros”, denunció Arias en Twitter. 

“No tenemos duda alguna de que estamos frente a una persecución política contra los integrantes de nuestro espacio (tres detenciones absolutamente ilegales en tan sólo dos días, sin motivo alguno)”, advirtió.

 

Arias consideró “una verdadera provocación” lo ocurrido, y denunció que “estamos ante la presencia de escuchas ilegales, puesto que la venta ambulante no es un delito, sino una contravención. Tan ilegal como la diligencia en la casa de Walter, llevada a cabo por policías de civil y sin orden judicial”.