Las principales nueve Aseguradoras de Riesgo de Trabajo facturaron el año pasado nada menos que 84.588 millones de pesos. Su negocio está en los accidentes laborales y las enfermedades profesionales. Si se cuidara la salud, si se hicieran las inversiones para proteger a las y los trabajadores, las ART no tendrían semejante volumen de ventas.

Pero por eso necesitan una ley que desprecie la protección de las y los hacedores de la riqueza. De allí que necesiten imponer los criterios médicos por encima del concepto de justicia laboral. Esa garantía del negocio construido con la enfermedad de las y los trabajadores fue votado en el senado de la provincia de Santa Fe. Nosotros nos oponemos.

En la provincia de Santa Fe se producen 44.901 accidentes laborales anuales, 123 por día. Y mueren 83 personas por año, una trabajadora o un trabajador cada cuatro días. La ley debe proteger la salud de los le dan cuerda al mundo, no garantizar el negocio de las ART.

En la Argentina del macrismo se producen 404.039 accidentes laborales por año, a razón de 1.106 por día y 743 que buscan ganarse la vida, la pierden en un año, a razón de dos personas por día. Cada doce horas muere una trabajadora, muere un trabajador en la Argentina macrista.

La adhesión a la ley nacional de las ART supone la imposición de las juntas médicas por sobre la justicia laboral, la resignación de la soberanía santafesina para proteger a sus trabajadores, garantiza el negocio de las ART y avanza en la desarticulación de los derechos laborales, la vieja y persistente piedra en el zapato de las patronales que siempre maldicen estas conquistas catalogando esos principios sociales como "costo laboral argentino".

Carlos del Frade

Diputado provincial del Frente Social y Popular, escritor, investigador, periodista.