"Si te llegas a ir, te pego un tiro". El fiscal Luis Shiappa Pietra anunció ayer que esa será una de las frases que escuchará en el juicio oral por el femicidio de Daiana Armanino, la joven de 23 años que fue encontrada con un disparo debajo de la axila, el 12 de septiembre de 2016, en la casa donde convivía con Walter Gómez. En su alegato, el fiscal habló de una relación en la que prevalecía la violencia hacia la joven, embarazada de 3 meses y con 3 hijos de otra pareja. "La historia es cruenta", aseguró. El arma utilizada fue entregada a la policía por el padre del acusado, envuelta en un trapo. Entre los testimonios, un empleado de la sección fotografía dijo que la escena que vio no parecía la de un suicidio. La defensa aseguró que no se podrá probar con certeza que él le haya disparado.

En el inicio del debate el fiscal relató que tras una llamada al 911 llegó a Ruillón al 400 bis. Le avisaron que el cuerpo de la chica estaba en la planta alta, que se había disparado. Minutos después, una vecina -que es esposa de un tío de Gómez- le dijo que los niños estaban en su casa y que fuera a escucharlos. En un video -con sonido casi inaudible en la sala-, se podía ver a una nena y tres nenes alrededor del fiscal. La vecina fue citada como testigo ya que estaba ahí en ese momento. Tras ver las imágenes, la mujer indicó que sobre todo la niña, de unos 4 años, contaba desde que llegó a su casa que "Walter le disparó a su mamá". Entre las voces, se pudo escuchar que ella dijo: "Yo estaba en mi pieza pero espié". 

Sin embargo, esa filmación que pidió hacer el fiscal fue un punto de controversia. Para la defensa, al principio los niños hablan de que la víctima "se disparó sola". Según adelantó el fiscal, en la Cámara Gesell también aparece ese relato.

En tanto, frente al tribunal compuesto por Mónica Lamperti, Román Lanzón y Gustavo Pérez de Urrechu, un testigo empleado de la PDI que tomó fotografías de la escena, fue consultado sobre otras causas de suicidio, y planteó que era la primera vez que veía uno con un disparo debajo de la axila. "Suelen ser en la boca o en la sien", dijo. Además, agregó que no es común ver que mujeres se quiten la vida de esa manera. También apuntó a que en esos casos suele quedar una mancha de ahumamiento en la piel o en la ropa (por la corta distancia del disparo), que para los investigadores no se encontró.

Para el defensor Angelo Rossini "se hicieron la cosas mal, de forma deficiente" por lo que "no tienen el valor probatorio suficiente".