Finalmente, la justicia española encontró culpable a Iñaki Urdangarin por el caso Nóos, que también sentó en el banquillo a su esposa, Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI. La causa que llevó al procesamiento, por primera vez, a miembros de la Casa Real, terminó con la condena a seis años y tres meses para Urdangarin, mientras que su esposa fue absuelta, aunque tuvo que pagar 265 mil euros porque la Justicia consideró que se benefició de los delitos cometidos por su marido.
El fallo de la Audiencia Provincial de Palma, el tribunal que juzgó el llamado "caso Nóos", fue notificado ocho meses después de que quedara visto para sentencia el juicio que sentó a la infanta y a su marido en el banquillo de los acusados junto a otras 15 personas.
El escándalo del "caso Nóos", con Urdangarin y Cristina en el foco de las sospechas, supuso un golpe para el rey Juan Carlos I, quien abdicó a favor de su hijo Felipe en junio de 2014. Con la llegada al trono del nuevo monarca, la infanta Cristina y su hermana Elena quedaron oficialmente fuera del núcleo de la familia real.
Cristina y Urdangarin llevan meses alejados de la Casa Real e incluso de España. Hoy conocieron el fallo del tribunal de Palma en Ginebra (Suiza), donde residen desde 2013 junto con sus cuatro hijos. "Todos estamos sometidos a la ley, nadie está por encima ni al margen de la Justicia", dijo el portavoz del Gobierno español de Mariano Rajoy, Íñigo Méndez de Vigo. "Esta sentencia desmuestra que el estado de Derecho funciona", añadió en rueda de prensa.
El fallo judicial provocó numerosas reacciones en España, tanto en partidos políticos como en agentes sociales y judiciales. "La sentencia deja un montón de incógnitas, pero deja claro que da por bueno que la infanta Cristina era una mujer florero", señaló el juez José Castro, quien instruyó el "caso Nóos" y mandó a la hermana del rey al banquillo, en declaraciones al diario "El Mundo".
En sintonía con lo declarado por la infanta en el juicio, la sentencia destacó que Cristina "desconocía" la existencia de "ilícitos penales" (delito fiscal y malversación) y concluyó que no participó en "su ejecución", aunque sí se benefició del dinero malversado por Urdangarin, por lo que le obligó a devolver la parte que gastó.
De los 17 acusados en el "caso Nóos", la pena más alta, de ocho años y medio de cárcel, fue para Diego Torres, ex socio de Urdangarin en el Instituto Nóos. Ambos estaban al frente de la entidad cuando firmaron contratos con administaciones locales y regionales para organizar eventos relacionados con el mundo del deporte. La sentencia, de más de 700 páginas, estima que Torres y Urdangarin (para quien la Fiscalía había pedido para él 19 años y medio de cárcel) "tributaron a través del Impuesto de Sociedades lo que, en realidad, eran rendimientos devengados como consecuencia de su actividad profesional".
Esos beneficios "debieron haber tributado a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, y se aplicaron deducciones a las que no tenían derecho, defraudando al erario público cantidades superiores a 120.000 euros", límite del delito fiscal. Uno de los Gobiernos regionales con los que trabajó el Instituto Nóos fue el de Baleares, encabezado entonces por Jaume Matas. Ex ministro en el Gobierno español, hoy fue condenado a tres años y ocho meses de prisión por prevaricación y fraude.