A dos meses de la Masacre de Monte, la intendenta Sandra Mayol concurrió al Concejo Deliberante, que la había citado para ser interpelada ante familiares de las víctimas --cuatro fallecidas y una sobreviviente—de la trágica persecución policial. Mayol, que había faltado en dos ocasiones , la primera el 27 de junio, se presentó luego de que los ediles le adelantaran las preguntas que iban a formularle, a las que respondió por medio de una “Carta abierta” que leyó en la sesión.
La intendenta, que no aceptó repreguntas de los familiares presentes, dijo lamentar “con profundo dolor” que una masacre policial inédita en un pueblo tranquilo como Monte haya sido llevada al Concejo Deliberante, porque entiende que el hecho “nunca debió ser politizado (…) en plena campaña electoral”.
Luego de asegurar que la investigación judicial habría demostrado que “no existe nada que deban reprocharme”, citó a su favor declaraciones periodísticas que la avalan, dichas por la gobernadora María Eugenia Vidal y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, cuestionados por este y otros hechos de violencia institucional a manos de la policía bonaerense.
"No está a la altura de las circunstancias"
Como no pudieron decírselo personalmente en la sesión del cuerpo legislativo, en otra Carta Abierta, los familiares respondieron que tras el encuentro, cara a cara con Mayol, llegaron a la conclusión de que “una campaña electoral resulta más importante que asumir las responsabilidades frente a un hecho gravísimo”, en lugar de “reconsiderar cómo se gestionan las políticas de seguridad del pueblo, respetando los derechos y los ciudadanos. Con dolor vemos que no se está a la altura de las circunstancias”.
La intendenta afirmó que el Concejo Deliberante tenía que haber tratado el tema “en comisión”, es decir a puertas cerradas, sin dar participación a los damnificados por la masacre del 20 de mayo, en la que murieron Camila, Danilo, Gonzalo y Aníbal, y en la que sufrió gravísimas heridas Rocío.
Aunque eso no está dicho en ninguna resolución judicial, Mayol aseguró que ella es “un testigo vital en la causa” y que su “aporte de evidencias trascendentes a la investigación han permitido detener a los responsables”, en alusión a los doce policías que estaban bajo su mando y a su ex secretario de Seguridad, el oficial retirado Claudio Martínez, todos con prisión preventiva por homicidio agravado, lesiones agravadas, encubrimiento y adulteración de documento público.
Para la intendenta, no hay nada que investigar
Cuando todavía se está indagando acerca de los motivos de la persecución a tiros y sin causa de cinco jóvenes, y cuando los querellantes reclaman que se investigue si hay más responsables, la intendenta parece dar por cerrado el caso. Aseguró, en ese sentido, que “estudiadas judicialmente todas las responsabilidades, no existe nada que deben reprocharme”, aunque algunos de los familiares a los que no escuchó, están reclamando públicamente que se la investigue.
Como prueba de su inocencia, citó declaraciones de Cristian Ritondo (“es una buena mujer, de un corazón inmenso”) y de la gobernadora Vidal (“mientras otros encubren o defienden a sus funcionarios, en Monte la intendenta…echó al secretario de Seguridad”. Martínez fue acusado por la justicia y detenido, de manera que era imposible mantenerlo en el cargo.
Mayol sostuvo que su mayor aporte a la causa fue entregar las imágenes de la persecución registradas por las cámaras de seguridad de San Miguel del Monte. En ese sentido, le restó trascendencia a los testimonios de más de 40 personas que escucharon los disparos o vieron el final del operativo, y al aporte del empleado del Centro de Monitoreo que difundió algunas escenas claves, a pesar de la presión ejercida por el ex secretario Martínez. La intendenta preguntó: “¿Qué hubiera pasado si las imágenes se hubiesen viralizado antes de estar correctamente ingresadas a la causa penal?
Desde el primer momento, entre los familiares y los vecinos movilizados para reclamar justicia, la pregunta es ¿qué hubiese pasado si no se difundían esas escenas por obra del empleado” y ¿qué hubiese pasado si el chofer del camión contra el que se estrelló el Fiat 147 en el que iban las víctimas no hubiese rechazado la coima que le ofrecieron los policías para que dijera que no hubo disparos?
En el final de su carta abierta, Mayol decía que estaba dispuesta a “responder preguntas”, pero en realidad, no respondió ninguna de las que siguen planteando los familiares.