El ex primer ministro Tony Blair, que gobernó el Reino Unido entre 1997 y 2007, y que apoyó la invasión a Irak impulsada por sus aliados George W. Bush y José María Aznar en 2003, reapareció públicamente y llamó a que la población “se levante” contra la salida del país de la Unión Europea. Lo hizo en la sede londinense de la agencia Bloomberg, en su primera intervención pública desde el 23 de junio pasado, cuando el referéndum que dio la victoria a los partidarios del Brexit forzó la renuncia de su sucesor, David Cameron. En octubre, en una entrevista radial, había planteado la necesidad de que se hiciera un segundo referéndum. 

El ex líder laborista consideró que hay que defender “el derecho a cambiar de opinión” una vez se conozcan las consecuencias de abandonar el bloque europeo. “Ya sé que en estos momentos no hay un gran deseo de reflexión, pero los votantes apoyaron abandonar la Unión Europea sin conocer el verdadero costo y deberían tener la oportunidad de cambiar de opinión”, aseguró Blair. “El Partido Laborista ha facilitado el Brexit, odio decirlo pero es cierto”, agregó respecto al presente de su partido, que acompañó la votación en la Cámara de los Comunes hace dos semanas, un trámite legislativo indispensable para oficializar la ruptura.

“No sé si tendré éxito, pero lo que sí sé es que sufriremos el rencor de las futuras generaciones si al menos no lo intentamos”, dijo, tajante, sobre la necesidad de “apartar al país del borde del precipicio”. Y señaló que la cuestión de la independencia de Escocia (que votó masivamente por permanecer en la UE), “vuelve a estar sobre la mesa”.

“La primera ministra (Theresa May) y su Gobierno ni son los dueños de la situación ni conducen el taxi, son otros quienes lo hacen”, añadió, dando a entender que May es rehén de grupos conservadores mucho más intransigentes a la integración continental y, en especial, al ultraderechista Partido de la Independencia del Reino Unido, de Nigel Farage, un duro nacionalista.