"Mató para procurar su impunidad", dijo ayer el fiscal Miguel Moreno, al imputar a Jonatan M. por el brutal crimen del peluquero y activista LGTB+, Marcelo Giudici, perpetrado el 4 de julio pasado, en su salón de San Juan al 800. El juez Juan Andrés Donnola ordenó la prisión preventiva por plazo de ley, por encontrar "elementos más que suficientes de un delito extremadamente grave".

Testigos de la zona, donde Giudici era muy querido, hablaron de "un conocimiento previo" entre la víctima y el joven al que apuntaron como cartonero. Sobre esa noche, algunos dijeron haber visto su moto con un carro estacionada en la puerta de la peluquería donde también vivía Marcelo. "Homicidio doblemente calificado por alevosía y criminis causa", fue la imputación.

Tras ser detenido ayer por la madrugada, el acusado de 28 años llegó a  tribunales con un par de zapatillas que fueron sustraídas a Giudici. El fiscal acusó al imputado de "haber dado muerte al hombre de 61 años, para facilitar y consumar la extracción de elementos y procurar impunidad". Además, aseguró que "colocó en total estado de indefensión" a la víctima, ya que usó "un objeto contundente para golpear en la cabeza a la víctima y darle muerte por asfixia. Usó cables para atarle pies y manos", relató.

Testigos "aseguraron que había una relación entre la víctima y este muchacho. Entiendo que logró hacerse de la confianza de la víctima hasta lograr ingresar a la casa donde ejecutó el hecho", dijo el fiscal.

Sobre la forma en la que se cometió el crimen, Moreno planteó que "la orientación sexual de la víctima puede haber sido un disparador.