Boca comenzó un nuevo torneo con una postura audaz, con mucha gente en el campo rival, más allá de los nombres alternativos que presentó ante Huracán. El trío que formaban Hurtado, Tevez y Reynoso se ubicó bien adelante para complicar la salida del rival, y a partir de ahí recuperaba la pelota en la mitad de la cancha con mayor facilidad. El problema era cuando los jugadores no tenían precisión en la entrega de la misma.
Huracán aprovechó esos errores para salir a toda velocidad hacia el área de Andrada. De esa manera, el conjunto visitante tuvo tres opciones para adelantarse en el resultado, y en todas apareció Andrada para evitar la caída. La defensa de Boca otorgaba muchas oportunidades a los delanteros rivales, a partir de que retrocedía sin coordinación entre los marcadores centrales (Goltz y Junior Alonso), y quedaban espacios para rematar al arco.
Huracán, lentamente, se fue adelantando y se dio cuenta que podía adueñarse de la pelota, para a partir de ello poder abastecer a sus delanteros.
La posición de Villa fue otro punto negativo para el equipo local. El colombiano se movió por el centro de la cancha, lejos del área, en un lugar que no lo beneficia. Pero cuando se decidió a salir de ese esquema y se trasladó hacia los costados, generó desbordes que provocó peligro en el área de Silva. El otro que también estaba en una sintonía diferente con el resto era Reynoso, quien se movía demasiado lento cuando tenía que accionar, en comparación con sus otros compañeros.
A diferencia de lo que ocurrió la semana pasada en Brasil, cuando Boca planteó un encuentro de manera acertada, esperando en su terreno y especulando con el error del adversario, en este caso no tuvo los argumentos necesarios para tomar el control del juego. En su estadio, con su gente, y con la urgencia de ir en busca de la victoria, a Boca le cuesta tomar esa iniciativa para acorralar a los rivales.
El técnico Gustavo Alfaro diseña un equipo que no termina de plasmar superioridad en la cancha, cuando las necesidades lo obligan por peso propio a ir busca del resultado. Los cambios que decidió ante los de Parque Patricios le cambiaron un poco la imagen, sobre todo por el lado de Salvio y Zárate, aunque la falta de claridad no le dio el toque final para superar a Silva. Si bien provocó varias jugadas de riesgo, no llegaron como consecuencia de un juego combinado y armónico.
El miércoles próximo tendrá una prueba difícil para demostrar que puede ser el actor principal en su escenario, con el agregado que le puede dar la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Pero si Boca decide tomar una actitud similar a la que tuvo en su debut en el torneo local, la ventaja que consiguió en Brasil puede estar en riesgo serio. El que definirá esa situación será nuevamente su conductor, por el que se inician todos los caminos de Boca.
0 BOCA: Andrada; Buffarini, Goltz, J. Alonso, Fabra; Villa, Campuzano, Almendra, Reynoso; Tevez, Hurtado. DT: Gustavo Alfaro.
0 HURACAN: A. Silva; Bettini, Salcedo, Bareiro, W. Pérez; Faravelli, Calello, Briasco, R. Gómez; Garro, A. Chávez. DT: Juan Vojvoda.
Estadio: Boca.
Arbitro: Diego Abal.
Cambios: 62m Zárate por Villa (B), 63m Salvio por Almendra (B), 64m Marín por Faravelli (H), 68m Ojeda por Briasco (H), 76m Araujo por W. Pérez (H), 83m Abila por Reynoso (B).